Córdoba. Para el oficialismo fue “un triunfo” fruto de los consensos pese a las diferencias políticas, el haber contado con el apoyo de la mayoría de legisladores de los bloque opositores. La Unicameral ratificó el decreto del gobernador por la adjudicación de las obras de los gasoductos troncales y el pedido para tomar nueva deuda en dólares por hasta 1.096 millones de dólares. Los “díscolos” enfocaron sus críticas en las empresas adjudicadas (Oderbrecht y Electroingeniería) y en la forma de financiamiento.
La primera cuestión que encendió el debate en la sesión de la Unicameral de este miércoles fue el no haberse votado con mayoría agravada y con doble lectura como lo demandaron los legisladores “díscolos” de las diferentes fuerzas políticas que argumentaron que se violentó normas constitucionales.
Luego vinieron los fuertes cuestionamientos por haber adjudicado gran parte de los gasoductos a la empresa Oderbrecht, cuyo expresidente está preso en Brasil por el escándalo de corrupción que se conoce como “Operación Lava Jato”. Electroingeniería también fue blanco de crítica ya que integra una de las UTE que están a cargo de los trabajos.
En esta oportunidad, el oficialismo contó con el acompañamiento de los bloques opositores para convertir en ley la ratificación del decreto rubricado por Schiaretti que adjudica la ejecución de los gasoductos y la autorización al Ejecutivo para la emisión de títulos de deuda por una cifra total de hasta 1.096 millones de dólares.
Oficialistas, radicales, macristas y juecistas levantaron la mano para su aprobación, signo de que el pacto Schiaretti, Macri y Mestre goza de buena salud. La sorpresa además de los “díscolos” la dio el bloque de Córdoba Podemos (accastellismo) que acompañó la iniciativa referida a los gasoductos pero rechazó el pedido para tomar nueva deuda en dólares.
Entre los parlamentarios “díscolos” se contó al juecista Juan Pablo Quinteros, la experimentada Liliana Montero, el radical Gustavo Carrara (quien se retiró del recinto antes de la votación, pero antes dejó asentada su posición de rechazo), los del Frente de Izquierda, Eduardo Salas y Ezequiel Peressini, y el vecinalista Aurelio García Elorrio (este último recibió la mayoría de los contragolpes ante sus estocadas a oficialistas y radicales).
“Mandan este proyecto a la Legislatura (…) porque necesitan legitimar con esta escribanía un proceso licitatorio, porque las mismas dudas que tenemos nosotros las tienen ustedes: qué puede pasar cuando Oderbretch no pueda responder”, así se pronunció la legisladora Liliana Montero.
En ese sentido, advirtió: “Lean los diarios, dicen que Odebretch vive una crisis financiera. En Brasil, los fiscales que investigan la corrupción piden que la empresa pague dos mil millones de dólares; los cordobeses estamos próximos a darles 300 millones para que vayan juntando”.
En tanto, el parlamentario del Frente Cívico, Juan Pablo Quinteros, destacó: “Con la ilusión de la gente no se puede jugar, la gente quiere gas, pero la gente quiere transparencia. Estos tipos nos tienen acostumbrados durante 16 años a tener esta discusión y detrás hacer grandes negociados”.
Al fundamentar su voto en contra, el ex director del ERSeP por la oposición, recordó que hace tiempo viene siguiendo los pasos de Oderbrecht. “Hace cinco años vengo diciendo que Oderbrecht es una empresa corrupta que De la Sota la quiere hacer entrar en Córdoba”, acentuó.
Quien también cuestionó en duros términos a las empresas y el financiamiento de los gasoductos, fue el vecinalista García Elorrio (EVC). El opositor disparó con munición gruesa contra el oficialismo y la empresa constructora brasilera en cuestión: “Se le está autorizando a que vengan a hacer obras y en Brasil no puede; y tiene su directorio preso”.
“En segundo lugar, está Electroingeniería de nuevo. Esta empresa también en Brasil la están investigando por la empresa Transener que Petrobras se la quería vender a otra empresa e intervino De Vido y el gobierno nacional, y se la encajaron a Electroingeniería”, afirmó.
Continuando con sus críticas, García Elorrio fue más allá, al sostener que “el banco chino que nos va a financiar (ISBC), es un banco que en España, también están todos presos porque eran agentes financieros para blanquear la plata de la mafia china”.
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