Córdoba. El debate se centró en la necesidad de construir un nuevo modelo de seguridad con paradigmas democráticos.
Con la participación de un centenar de personas y organizaciones sociales, académicas y políticas, y las disertaciones de Alberto Binder, Martín Appiolaza y Juan Federico, se llevo a cabo el seminario sobre un Modelo de Seguridad Democrático para Córdoba.
El debate se centró en la necesidad de construir un nuevo modelo de seguridad con paradigmas democráticos que permita enfrentar -en la discusión de ideas- al viejo modelo de la seguridad, más autoritaria y represiva.
Un modelo de seguridad que tenga que ver con la prevención, articulando con las políticas públicas sociales. “No necesariamente se necesita más policía, sino mejor policía y más prevención”, fue una de las conclusiones del panel.
Participación de la ciudadanía
También, se concluyó que la política en seguridad es demasiado importante como para dejarla solamente en mano de las fuerzas de seguridad, que son un actor, pero no el único, hay que involucrar al conjunto de la sociedad civil.
Y las políticas en seguridad deben ir de la mano con las políticas sociales, no se las puede divorciar.
Sobre el asunto, el legislador Roberto Birri -quien ofició de moderador- destacó que “en Córdoba tenemos la paradoja de que las políticas de seguridad tienen un presupuesto que triplica al presupuesto de las políticas sociales, lo cual nos parece que se está poniendo el carro delante del caballo”.
“Y no es porque atribuyamos a la pobreza todas las causas del aumento de la violencia, porque en realidad el fenómeno de la violencia es multicomplejo, multicausal y mutifuncional”, afirmó.
Sobre la institución policial, el panel de expertos observó que hay que defenderla, mejorarla, y hay que hacerla trabajar en temáticas de derechos humanos. Pero, consideraron que se necesita un civil para que le de gobernabilidad a la policía, en alusión a que el ministro de seguridad es un integrante de dicha fuerza.
Inmersos en el contexto social
Hay problemáticas que pueden incidir, en alguna medida, sobre la inseguridad que atraviesan los cordobeses.
Hay entre 80 y 90 mil adolescentes que no estudian ni trabajan y pueden ser puertas que se abren para las adicciones y el delito, en donde el Estado no está llegando. Con lo cual, se dejan expuestos a estos jóvenes a que elijan otras vías y otros ámbitos de contención que, lamentablemente, muchas veces tienen que ver con el delito, añadieron.
Asimismo, consideraron como una perspectiva del debate, que la sociedad de consumo incide desde la violencia.
Entendiendo que la sociedad exacerba la apetencia consumista, pero muchas veces, todo lo que se ofrece se lo pone muy lejos de la mano de los sectores de menores recursos. Y esto, puede generar resentimiento y frustración.
Críticas al modelo delasotista
Con la inseguridad al tope del ordenamiento de las preocupaciones, en término de prioridad para los cordobeses, el legislador Birri consideró que está “en crisis el modelo de seguridad que tiene José Manuel De la Sota en la provincia de Córdoba”.
“Un modelo que no ha podido detener la escalada de violencia, ha aumentado la tasa de homicidios, y se sigue con las viejas recetas. La receta de reprimir por sobre todas las cosas”.
A lo que agregó: “tenemos un estado prácticamente en retirada de los barrios en donde más escenarios de pobreza y exclusión social hay y, en definitiva, la única respuesta que tiene el gobierno es poner más plata en más policía y más patrulleros”.
El seminario por un “Modelo de Seguridad Democrático” fue organizado por el Centro de Estudios Municipales y Provinciales (CEMUPRO) y la Asociación de Abogados Progresistas Arturo Orgaz.