De hecho, él mismo destacó que “el año termina oscurecido por muchas razones”, interpretando el sabor amargo de los últimos episodios que han provocado el fastidio de muchos cordobeses.
Y no es para menos, es que el año cierra con saldo negativo por la falta de servicios esenciales (luz y agua) para paliar las altas temperaturas; los servicios de salud resentidos por la protesta de aumento salarial del personal de los hospitales públicos y por los episodios vandálicos y saqueos que sufrieron los vecinos, el 3 y 4 de diciembre, tras el acuartelamiento de los policías que dejaron sin seguridad a la ciudad de Córdoba.
“Sé muy bien que el sabor amargo de los últimos episodios nos ha irritado a todos. Y eso nos pone malhumorados, enojados, mucho menos alegres que de costumbre”, manifestó.
En ese sentido, reconoció que hubo desaciertos, “que vamos cambiando” -dijo-aunque no profundizó en su autocrítica. Si responsabilizó al conflicto policial que provocó “un gran daño a nuestro pueblo”, destacando “la metodología extorsiva” de los uniformados.
A su vez, De la Sota expresó que lo que se vivió fue “demasiado” en tan poco tiempo. “Sufrimos incendios devastadores, temporales, tornados, pérdidas de vidas humanas y perjuicios económicos múltiples”, añadió.
En cuanto a los saqueos, valoró como el peor de los males que no fueron producto del hambre de una crisis social.
En otro tramo de su mensaje, se mostró convencido que “vamos a salir de esta mala coyuntura, como ya lo hicimos en ocasiones anteriores”. A lo que solicitó trabajar juntos “para restablecer la amistad social y recuperar los valores que nos unen a los cordobeses”.
“Comprometo todo mi esfuerzo para que la convivencia, el respeto, la tolerancia y la solidaridad, vuelvan a darle felicidad a las familias cordobesas”, concluyó De la Sota.