Córdoba. De esta manera se refirió el párroco Juan Carlos Velásquez Rúa, de reconocida experiencia en los procesos de paz con las bandas de narcotraficantes de Medellín, Colombia. Ayer, el sacerdote participo de una charla organizada por las Comisiones de la Unicameral cordobesa.
Ante la presencia de legisladores provinciales, representantes de organizaciones sociales, centros vecinales y entidades vinculadas a la problemática, Velásquez Rúa comentó sobre su intervención en el diálogo con quienes lideran las pandillas de delincuentes, con paramilitares, presos o guerrilleros, con el objetivo de involucrarse en la lucha contra el consumo de drogas.
En ese sentido, el joven religioso destacó que “hay que dar alternativas, la solución no es la cárcel, es el resto de la sociedad a la que nos toca dar posibilidades (…) el narcotráfico es un virus que va mutando”, en alusión a los jóvenes que cae en el consumo de la droga.
En la actualidad, Velásquez Rúa, abre las puertas de su casa parroquial de Itagüí, y mediante el trabajo de voluntarios y la ayuda de organismos internacionales lleva a cabo diferentes programas a largo plazo que implican la asistencia alimentaria, actividades educativas, artísticas y de formación de valores que les “ayuden a los adolescentes a reconocerse personas”, señaló.
En la charla organizada por las Comisiones de Prevención, Tratamiento y Control de las Adicciones, y de Solidaridad y Derechos Humanos de la Legislatura, el sacerdote católico se refirió al trabajo social, pastoral y comunitario que llevan a cabo en su parroquia, lo que posibilita establecer treguas con las bandas lideradas por sicarios pandilleros o traficantes para lograr que los jóvenes de los barrios populares dejen de ser víctimas de las mafias, la droga y la prostitución.
También, durante el encuentro, Velásquez Rúa manifestó que el narcotráfico en su ciudad fue degradando los modos de vida y los valores de la sociedad colombiana, hoy -según el sacerdote- sumamente estigmatizada.
El religioso relató, en base a su historia de vida, como la situación del narcotráfico de Pablo Escobar y el accionar paramilitar instalado en las calles y barriadas de Medellín terminó por poner con los años a la juventud y a las familias en un lugar de vulnerabilidad social extrema.
Al responder las preguntas de los participantes, el sacerdote abordó temas como el rol del Estado y el de los partidos políticos en este conflicto; el contexto latinoamericano y argentino en relación al narcotráfico y dio su opinión también sobre diferentes aspectos que deben tenerse en cuenta para afrontar este flagelo social.
Imagen, Prensa Poder Legislativo