CABA. El evento internacional reunió a más de un centenar de asociaciones rurales de 80 países. En el panel temático dedicado a la innovación, disertó Santiago del Solar, directivo de los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA). Se trató de un espacio para exponer aquellas acciones destinadas a impulsar las invenciones tecnológicas que permitan incrementar la productividad de las actividades agropecuarias.
“Hay países en los cuales en mayor o menor medida distintos organismos gubernamentales brindan apoyo a los productores, ya sea a través de asesoramiento técnico o económico, buscando incentivar la innovación. Pero eso no siempre llega, y en muchos casos los agricultores están a su suerte y deben imaginar maneras de buscar ellos mismos las soluciones a sus problemas”, afirmó, el productor agropecuario y protesorero de CREA.
Sobre la base de innovar aplicando nuevas ideas, Del Solar consideró que hay un cambio conceptual de “cómo hacemos las cosas”, lo que genera “impactos y externalidades no menores”.
En ese sentido, explicó el concepto de destrucción creativa de Joseph Schumpeter: “Es conocido tanto por los efectos positivos que acarrea la creatividad misma, como también por la cantidad de resistencias e impactos negativos que se producen alrededor a medida que avanza la novedad dejando detrás otras formas, otras costumbres, otras tecnologías y hasta en algunos casos tradiciones muy arraigadas”.
Ante el auditorio que reunió a agropecuarios de gran parte del mundo, el representante de CREA, analizó 4 factores que generaron “grandes y profundos cambios”. Al respecto, indicó: “cuando empezó a difundirse la siembra directa en Argentina, encastrando esta tecnología como piezas de un rompecabezas en forma exacta con otras, como las innovaciones en genética, los nuevos herbicidas y la expansión del uso de fertilizantes”.
“El cambio de las labranzas convencionales a la siembra directa generó tantos impactos, que daba la sensación de que se había pateado un hormiguero. Empezamos a ver como la rotación con cultivos en forma permanente desplazaba a las pasturas donde antes había novillos pastando. Y esto no fue solo un cambio de paisaje, sino todo un cambio en la matriz económica y social en el campo argentino”, apuntó Del Solar.
Sobre el desarrollo de las nuevas tecnologías y la actitud colaborativa entre los productores rurales, el directivo de CREA, sostuvo que “el bombardeo de nuevas tecnologías, nuevas maquinarias, ideas innovadoras, genética, software, herramientas comerciales, puede ser abrumador para una empresa agrícola familiar. Es muy difícil separar y distinguir que es lo que realmente se ajusta a las necesidades particulares de una finca, chacra o predio. Y está bien claro que solos no podemos. Y para eso no hay nada mejor que buscar a “little help from my friends”.
Por ello, Del Solar hizo hincapié en la manera en que el Movimiento CREA lleva adelante, desde hace más de 50 años, su metodología de trabajo que abarca a grupos de productores, organizados institucionalmente y asesorados por técnicos independientes, que buscan intercambiar experiencias.
“La inteligencia colectiva en base a un método ordenado permite el aprendizaje entre los miembros que buscan generar un diagnóstico para cada campo y cada situación productiva, familiar y económica en particular”, manifestó.
Desafíos impostergables
El orador consideró que innovar en nuevas tecnologías en un contexto inestable no es tarea fácil para los agricultores, pero no hacerlo, a futuro, será contraproducente. “El statu quo parece un cómodo refugio, pero no es la actitud correcta que el empresario agrícola debería adoptar en un mundo altamente competitivo”, destacó Del Solar.
Por último, aseguró que aquellas empresas que decidan innovar, desde aspectos productivos hasta organizacionales sobrevivirán ante escenarios inestables. “Tal es el caso de las compañías más importantes del mundo que destinan su presupuesto a investigar sobre nuevos sistemas de trabajo porque están dispuestos a encontrar nuevas alternativas para mejorar lo que vienen haciendo”, culminó.
Cabe mencionar que desde el 25 de marzo se lleva a cabo, en el predio de la Sociedad Rural Argentina, la Asamblea de la Organización Mundial de Agricultores (OMA) cuya misión es reunir a instituciones de productores agropecuarios para impulsar políticas y mejorar las condiciones de los empresarios del sector, sus familias y la comunidad en su conjunto.