Tras recordar que el 10 de septiembre del año 2013, finalizó el mandato del entonces Defensor del Pueblo, Mario Decara, el juecismo demandó al oficialismo la designación del titular de dicho organismo. Al respecto, en los fundamentos del proyecto, desde la bancada opositora, afirmaron que “la Legislatura tiene la responsabilidad de designar un nuevo Defensor, y el tiempo transcurrido hace imperioso que nos aboquemos a esta designación”.
En ese sentido, los parlamentarios resaltaron que “la provincia de Córdoba ha tenido hasta el momento tres Defensores electos por esta Legislatura. Todos ellos han tenido alguna vinculación con las estructuras políticas partidarias”.
“Dadas estas experiencias, desde el Frente Cívico, venimos a sostener que es momento oportuno para dar paso a una experiencia distinta, que nos permita empoderar a un miembro de la sociedad civil, sin participación activa en la política partidaria, pero al mismo tiempo con un fuerte compromiso social y ciudadano”, argumentaron, en alusión al Presman.
En cuanto al rol de la entidad ante la sociedad cordobesa, el bloque juecista opinó que “si bien es cierto que fue mucha la expectativa que se puso en esta Institución, su presencia en el sistema democrático aún hoy no se ha consolidado, no habiendo por parte de los ciudadanos el sentimiento de que esta Institución les pertenece”.
Según la mirada crítica del núcleo opositor, esto “tiene que ver con las condiciones personales, las pertenencias partidarias que han operado como condicionantes o las connivencias con el poder de turno de quienes se han desempeñado al frente de la Defensoría”.
En referencia a la postulación de Presman, los parlamentarios juecistas dieron cuenta de su trayectoria académica y profesional y además, fundamentaron que “entre todos los posibles, nos inclinamos sin dudarlo por este médico que ha logrado invertir la relación de poder que generalmente tiene el médico en relación al paciente y lo hace sencillamente cuando en lugar de hablar de la relación médico-paciente, habla de la relación paciente-médico”.
Lo que ha producido simbólicamente, “un corrimiento fenomenal en la mirada de los vínculos y las relaciones de poder que en ellos se juega, y esto no es menor para el cargo al cuál lo estamos postulando, es necesario alguien que entienda que el “pueblo” es más importante que el “Defensor”, aseveraron.