Perú. La propuesta de la CEPAL implica avanzar hacia la integración regional a partir de una mayor articulación productiva entre los países, en un momento histórico caracterizado por la acelerada innovación tecnológica, el reposicionamiento de los distintos actores en la economía mundial y la conformación de mercados regionales ampliados. La entidad pidió que se considere a la integración como “una política de Estado que busque convergencias y no pretenda eliminar las diferencias, sino hacerlas manejables”.
En su documento Integración regional: hacia una estrategia de cadenas de valor inclusivas, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe destaca la vigencia del concepto de integración en el actual contexto internacional como un componente básico de la transformación productiva y de las estrategias de crecimiento con igualdad.
En lo concreto, el organismo propone políticas para la creación de cadenas de valor regionales y subregionales que impulsen el intercambio manufacturero, el comercio intraindustrial, la internacionalización de las pymes y el aumento del número de empresas exportadoras y de bienes exportados.
La iniciativa de la CEPAL fue presentada en el marco del Trigésimo quinto período de sesiones que la institución celebra hasta el viernes, en la Capital peruana.
En este reporte, la Comisión llama además a los países a concretar acciones conjuntas en materia de integración financiera, de infraestructura, digital, social y ambiental, con la mirada puesta en la promoción de una mayor integración productiva regional.
Asimismo, se promueve la acción colectiva en materia de innovación y ciencia y tecnología, con el objeto de fomentar la presencia de empresas y centros tecnológicos de la región en las redes mundiales del conocimiento.
Desde la CEPAL afirman que con estas acciones “se busca construir ventajas que permitan a la región posicionarse en un contexto mundial en reestructuración, donde las economías emergentes y en desarrollo ganan creciente presencia en el escenario global y donde los vínculos Sur-Sur, particularmente entre la región y Asia Pacífico condicionaran críticamente las opciones de desarrollo”.
Dependencia de los ciclos externos
Según el informe de la Comisión Regional de las Naciones Unidas, la economía de América Latina y el Caribe “mantiene una marcada dependencia de los ciclos externos”. Dado que el contexto económico internacional para la región “se vislumbra menos favorable que en el período 2003-2011, se hace necesario reflexionar sobre el rol clave que la integración regional puede jugar en mejorar su inserción internacional”, advirtió.
El documento resalta que “es difícil pensar que la región pueda lograr un crecimiento sostenible, reduciendo la pobreza y la desigualdad y avanzando en materia de innovación, sin diversificar su estructura productiva y exportadora”.
En este sentido, plantea la necesidad de avanzar hacia marcos normativos comunes que incentiven a las empresas de cada país a articular sus operaciones con otras más allá de las fronteras.
Para los países de la región, el desafío esta puesto, no sólo en ser parte de las cadenas de valor, sino en construir elementos diferenciadores que les permitan ascender en la jerarquía de las mismas, más allá de la dotación de recursos naturales o los bajos costos laborales, indicó la CEPAL.
Por ello, se propone la creación gradual de espacios compartidos de política industrial en sectores productivos con potencial para gestar cadenas de valor competitivas. “Juegan a favor de este planteamiento los avances que la región ha experimentado en diversos ámbitos”, señaló el organismo.
Al mismo tiempo, destacó que la región ha desarrollado una arquitectura de la integración densa y compleja, con la creación en la última década de la Comunidad de Estados latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP) y la Alianza del Pacífico.
Estas iniciativas se han sumado a los mecanismos subregionales de integración previamente existentes, poniendo de relieve la importancia y los desafíos de una convergencia entre los distintos procesos e iniciativas de integración. El reporte de la CEPAL argumenta que dicha convergencia será necesariamente un proceso gradual y no lineal.