Córdoba. En el Ceprocor cultivan tejidos vegetales para producir plantas a partir de pequeños fragmentos. Se incluye inicialmente a especies nativas amenazadas por la extracción masiva o incendios.
Laboratorios del Ceprocor en Santa María de Punilla, están aplicando técnicas de biotecnología vegetal para la reproducción de especies nativas amenazadas. Se trata una técnica alternativa que consiste en cultivar tejidos vegetales que permiten producir plantas enteras a partir de pequeños fragmentos de tejidos y aún de células individuales.
Este trabajo, que se enmarca en un programa de programa medioambiental para el desarrollo sostenible de la flora de Córdoba, prevé trasladar los cultivos del laboratorio al vivero. En esta instancia, se incluyen a plantas nativas de conocimiento popular (aromáticas, medicinales, ornamentales, forestales), especialmente aquellas que se encuentran amenazadas por la extracción masiva o afectada por sucesivos incendios.
El proceso del cultivo de tejidos vegetales in vitro implica dividir a un individuo en sus bloques constituyentes y cultivar en condiciones asépticas, células, tejidos y órganos en medios semi sólidos con nutrientes y hormonas, bajo condiciones controladas de luz, temperatura y humedad, explicaron desde el Ceprocor.
Esta técnica tiene la ventaja de obtener gran cantidad de individuos libres de hongos y virus, en espacios reducidos e independizarse de las condiciones climáticas y geográficas.
Del laboratorio al vivero
Desde el organismo provincial, precisaron que las especies sometidas a esta práctica, en esta primera etapa, son poleo, peperina, te pampa, marcela, hierba del pájaro y muña-muña. Una vez obtenidos los individuos por micropropagación, se trasladarán al Vivero Escuela del Ceprocor, cuyo objetivo final es la integración nuevamente al medio ambiente. Esto se incorpora a actividades de conservación que se están llevando a cabo en la institución.
La producción de estas especies nativas tiene como objetivo fortalecer el conocimiento a partir de un seguimiento técnico y aportar especies nativas a proyectos educativos de escuelas que participan conjuntamente con el Vivero Escuela y a programas de reforestación.
La aplicación de estas técnicas biotecnológicas permitirá además estudiar los principios activos de estas especies para posible usos comerciales en las industrias cosméticas, farmacéuticas y alimenticias, afirmaron.
Por último, aseveraron que esta actividad demuestra la importancia y los beneficios de incorporar a las tecnologías tradicionales, nuevas alternativas que aporten a la recuperación ambiental.