Córdoba. A través del sitio web oficial podrán adquirirse bienes muebles no registrables subastados por disposición de los tribunales de Córdoba, Alta Gracia, Jesús María, Río Segundo, Carlos Paz y Cosquín
A partir de este lunes, el Poder Judicial se convierte en el primero de Latinoamérica en implementar en forma progresiva la subasta judicial electrónica de bienes muebles no registrables (artículo 577 del Código Procesal Civil y Comercial de la provincia), confirmaron desde tribunales.
Como consecuencia, las subastas que se dispongan en los procesos que se tramitan ante las sedes judiciales de Córdoba Capital, Alta Gracia, Jesús María, Río Segundo, Villa Carlos Paz y Cosquín, deberán celebrarse en forma virtual mediante una herramienta informática a la que podrá accederse desde el sitio web oficial .
Por medio de una acordada, el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) también dispuso que, a partir del 15 de septiembre, comience la inscripción en el “Registro General de Postores” de toda persona física o jurídica interesada, con el fin de poder participar como usuaria y así poder ofertar oportunamente en las distintas subastas judiciales electrónicas que fueran ordenadas.
El TSJ destacó que la implementación de la subasta electrónica es posible, en virtud de “contarse con los recursos tecnológicos necesarios y los instrumentos que hacen a las cuestiones operativas del sistema para comenzar a funcionar en forma inmediata, gradual y progresiva”.
Si bien en un primer momento la nueva herramienta será aplicada a seis sedes, posteriormente se ampliará a otras, según lo disponga oportunamente el Alto Cuerpo, se señaló en un comunicado.
Para que la implementación fuera posible se llevó a cabo una licitación pública, en el marco de la cual resultó adjudicataria la empresa Argentina Vende S.A., que será la que implementará el sistema.
Asimismo, en el mes de agosto se llevó adelante un programa de capacitación para los secretarios y prosecretarios de los tribunales correspondientes a los fueros Civil y Comercial, Concursal, Ejecuciones Fiscales, Laboral y de Familia, de las sedes judiciales en las que comenzará a implementarse.
La subasta judicial electrónica, que se concretará a través de un portal en Internet, permitirá “la publicación de la convocatoria, la descripción de los bienes a subastar, pujar en la subasta, adjudicarlos y efectuar su pago, todo de conformidad a las normas vigentes en la materia”, según el TSJ.
Esto, de acuerdo con el Alto Cuerpo, facilitará “la presencia de más público interesado en participar honestamente en la puja por la adquisición de los bienes, mayor transparencia y obtener un adecuado precio de mercado, para beneficio del deudor ejecutado y del acreedor”.
¿Cómo funciona?
Una subasta en Internet se desarrolla en un espacio virtual situado en una página-web, razón por la cual en ella se deberán registrar los oferentes, en tanto que los martilleros judiciales exhibirán en el sitio los bienes puestos a subasta por orden de un juez, en el marco de una determinada causa.
El martillero describirá de forma precisa todos los datos que suelen figurar en los edictos: características, precio, base; además, tendrá la posibilidad de publicar imágenes (fotos y videos) de los bienes, que podrán ser consultadas por los eventuales oferentes una vez que estén registrados luego de que previamente completen un formulario de inscripción.
También es denominada “subasta en línea”, cuando el tribunal fija un plazo para que los interesados, previa registración, puedan realizar ofertas; dicho plazo es precedido por otro de cinco días, durante el cual se exponen en Internet los bienes sujetos a subasta. Durante el plazo de puja, todas las ofertas son públicas, lo que posibilita que los eventuales compradores puedan mejorar sus propias propuestas.
El bien, finalmente, se adjudica a quien, tras el vencimiento del plazo fijado, haya ofrecido el mejor precio (en los casos de subasta al mejor postor) o a quien haya efectuado la oferta que supere más el precio de reserva o base estipulado (si lo hubiera).
La forma de pago queda a elección de quien resulta ganador a través de los distintos medios disponibles, como tarjetas de crédito, depósito en efectivo o transferencia bancaria.