Nacionales/Córdoba. Al confirmar que presentará un proyecto de ley para evitar «la criminalización del que consume», Juan Carlos Molina, desmintió que se trate de un pedido de legalización. Parlamentario cordobés se mostró a favor de dejar de perseguir a los consumidores y rediscutir la política de Argentina con respecto a las drogas. En tanto, la Iglesia rechazó la despenalización del consumo, pero aclaró que apoya «todo lo que sea no estigmatizar al adicto».
«Estamos trabajando en la presentación de un proyecto de modificación de tres artículos de la ley 23.737«, que es la que refiere a tenencia y tráfico de estupefacientes, y «no queremos plantear la despenalización, sino que el que consume en el ámbito personal no vaya preso», aclaró Molina.
En ese sentido, señaló que «se trata de poner en la legalidad lo que ya es un hecho«. Al mismo tiempo, explicó que «a partir de dos fallos de la Corte Suprema el consumo en el ámbito personal no es punible, por eso es poner en la legalidad eso y no criminalizar a los consumidores».
Sobre la iniciativa de ley, el funcionario detalló que se plantea «la modificación del artículo 5», ya que considera que «hay que penalizar la comercialización, y que los dealers tienen que ir presos».
«El consumo personal ya no está penalizado de hecho, ahora buscamos que sea transparente«, puntualizó Molina en declaraciones a radio Del Plata. «Sedronar está presente, tenemos centros, inauguramos uno hace poco y hay 50 en construcción», añadió.
Denunció además que en muchos casos «hay violencia institucional, hay muchos que son detenidos por portación de cara«, y remarcó que «todo ese proceso, desde que es detenido y hasta que el juez decide que el delito no es punible, le cuesta al Estado 1.200 millones de pesos anuales«.
Se mostró a favor de «derivar ese dinero a la verdadera lucha contra el narcotráfico» y que «desde ese lugar» se plantea esta modificación.
Regulación
Molina anunció también que este proyecto de modificación de la ley será «acompañado por otros dos proyectos: uno para la regulación de la publicidad de alcohol y otro para la regulación de publicidad de medicamentos«.
Por último, apuntó que «el mayor consumo es el del alcohol. Según las estadísticas de los centros toxicológicos, el 70 por ciento de los que ingresan lo hacen por problemas con el alcohol».
El socialismo por no criminalizar a los consumidores
Ante el planteo del titular del Sedronar, el legislador socialista Roberto Birri valoró como “muy alentadora la opinión”, en el sentido “de dejar de perseguir a los consumidores y rediscutir la política de Argentina con respecto a las drogas”.
Argumentó que la actual política fracasó, y “se invierten valiosos recursos persiguiendo a los ‘perejiles’, a quienes tienen problemas relacionados con el consumo de drogas, mientras el narcotráfico crece en todo el país”, advirtió.
Para Birri, “Argentina debe avanzar hacia una política de drogas más humana, justa y eficaz. Un buen modelo a seguir es Uruguay, que hace años ha dejado de perseguir a los consumidores”.
“Debemos poner todo el esfuerzo del Estado en combatir el narcotráfico, en brindar información que apunte a la reducción de los daños relacionados con el abuso de drogas tanto legales como ilegales”, añadió.
Recordando que el partido Socialista tiene una clara postura a favor dejar de perseguir a los consumidores, el parlamentario cordobés opinó que “en la actualidad plantear que una persona que consume algún estupefaciente debe ir preso, como lo establece el Código Penal, es una verdadera locura que sólo ha logrado alejar a los usuarios de drogas del sistema de salud y estigmatizar a cientos de miles de jóvenes que no tienen nada que ver con la actividad delictiva”
Rechazo de la iglesia a la despenalización
En tanto, el obispo de San Isidro y presidente de Cáritas Argentina, monseñor Oscar Ojea, observó que “la manera de criminalizar y de estigmatizar a los jóvenes es la ausencia del Estado, es la ausencia de la sociedad civil, es el mirar hacia otro lado”.
Al pronunciar su desacuerdo al proyecto impulsado por Molina para la para la despenalización del consumo de drogas, Ojea manifestó que el Papa Francisco ha sido claro con respecto al tema: “No es la liberación del consumo de drogas lo que podrá reducir su influencia”. Estas palabras fueron dichas por el sumo pontífice en julio de 2013 en Brasil.
La no criminalización es central, enfatizó el prelado, y apoyó «todo lo que sea no estigmatizar al adicto», mostrándole «el afecto tan necesario para salga de ellos el pedir auxilio». Pero marcó diferencias con la despenalización, “es otra cosa”, subrayó.
En esa línea, el obispo recalcó: «Queremos ser claros en lo que es la educación en valores», y consideró que Molina «habla de la criminalización con la despenalización, y esto nos parece un error«.