Nacionales. Tras su reposo debido a la fractura de tobillo, la presidenta Cristina Fernández de Kirchner reapareció en público. Fue en la Residencia de Olivos, al recibir a representantes de la industria vitivinícola. Con la rúbrica de convenios, el gobierno nacional busca evitar conductas abusivas en los precios e impulsar el financiamiento de dicho sector productivo. Por su parte, CREA advirtió que en los últimos cuatro años, el precio de la uva recibido por el productor ha subido entre un 10 y un 15 por ciento, mientras que los costos se incrementaron un 80 por ciento en promedio. “Las empresas trabajan a pérdida”, afirmaron.
En la tarde de este miércoles, acompañada por los gobernadores José Luis Gioja (San Juan) y Francisco “Paco” Pérez (Mendoza); y funcionarios de primera línea del gabinete kirchnerista, la presidenta Fernández de Kirchner, mantuvo una reunión con representantes de la cadena vitivinícola, con quienes se firmaron convenios de colaboración
Desde la administración nacional se destacó que con estos convenios se busca “evitar potenciales conductas oligopólicas y establecer precios de referencia para proteger también el interés económico de los consumidores”.
Además, se suscribió un acuerdo de colaboración para la implementación de un fondo de financiamiento de la cadena de valor vitivinícola.
Del encuentro participaron el vicepresidente del Instituto Nacional de Vitivinicultura, Héctor Voena; el vicepresidente de la Corporación Vitivinícola Argentina de San Juan, Ángel Leotta; la presidenta de CoViAr, Hilda Wilthelm de Vaieretti; el titular de Fecovita, Eduardo Sancho; el director Ejecutivo del Fondo Vitivinícola de Mendoza, Sergio Villanueva.
También estuvieron presentes, el gerente de Bodegas Chandon y presidente de Bodegas de Argentina, Ángel Vespa; el gerente de la Cámara de Exportadores de Mosto, Sergio Colombo; y Daniel Rodríguez, de la Asociación de Viñateros de Mendoza.
Grandes excedentes deprimen el precio
“La situación de la vitivinicultura se agrava día a día. En los últimos cuatro años, el precio de la uva recibido por el productor ha subido entre un 10 y un 15 por ciento, mientras que los costos se incrementaron un 80 por ciento en promedio”, afirmó la entidad que congrega a los Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (CREA).
En ese sentido, advirtieron que “las empresas trabajan a pérdida”, y las que tienen la posibilidad de financiarse siguen en actividad en “modo de subsistencia”, como para poder llegar vivas y con capacidad de reacción al momento en que las variables económicas vuelvan a hacer rentable el negocio.
En este contexto, “muchas unidades de negocio deciden acotar la producción a una superficie menor y reducir costos, pero con este proceder puede perderse calidad en lo producido, lo que disminuye el ingreso y la espiral negativa se acelera”, indicó CREA al destacar el impacto directo en la economía cuyana.
Panorama desalentador
Según productores pertenecientes a los Consorcios Regionales, “la situación de las bodegas es muy delicada porque los industriales no pueden colocar vinos en el mercado externo a causa de los altos costos internos en dólares”.
“Debido a la gran caída en las exportaciones, la mercadería queda en el país y el consumo interno no logra absorberla en su totalidad. Una menor venta de vinos acrecienta el stock en las bodegas y, por lo tanto, baja la demanda por la uva, lo que repercute en los precios que recibe el productor”, se observó.
El Coordinador Regional de los grupos CREA de la zona Valles Cordilleranos, Fernando Ruiz Toranzo, expresó que en base a este escenario “no sería lógico pensar en un precio de la uva de la nueva cosecha, en marzo de 2015, que acompañe el aumento de los costos de producción.
“Si la campaña pasada se trabajó a pérdida, y si las variables no cambian, se volverá a trabajar a pérdida, con lo que la crisis se sigue agravando”, opinó.