País. Así lo planteó el ministro de Economía, Axel Kicillof, durante su exposición en el Congreso de la Nación, al momento de presentar el proyecto de ley de Presupuesto para el año próximo. En tanto, desde la oposición, consideraron que su sanción tendría que esperar al próximo gobierno. “Es una irresponsabilidad avanzar hacia su tratamiento ahora”, remarcó el radical Mario Negri. Para Lozano se viene un “ajuste brutal” y desde el PRO, advirtieron de un “aumento muy fuerte de impuestos”.
El titular de la cartera de Economía del gobierno K presentó este martes en la Cámara de Diputados el proyecto de Ley de Presupuesto para 2016, que prevé un crecimiento del 3 por ciento, un dólar oficial promedio de $10,60 en el año aunque de $11,20 cuando concluya el período, y una inflación del 14,5 por ciento.
La iniciativa también admite que casi no habrá superávit fiscal primario el año próximo, ya que será de apenas 0,09 por ciento del Producto Bruto según reconoció el funcionario, lo cual hace prever que continuará el desequilibrio de las cuentas públicas tras el pago de deuda.
En su exposición, Kicillof insistió en aclarar que con estas estimaciones «no hay intención de condicionar al gobierno que viene» y sostuvo que el proyecto mantiene los subsidios sociales.
El funcionario defendió además el nivel de inflación previsto con el argumento de que en el país se asiste a una «desaceleración» de precios.
Según el ministro, el cálculo económico para el año próximo «no presupone un cambio tarifario». En ese sentido, afirmó que «el valor en pesos en subsidios de este año va a ser prácticamente el mismo el año que viene».
El proyecto también estima un superávit comercial de apenas 4.000 millones de dólares, y un crecimiento de los ingresos corrientes del 21 por ciento y de los tributarios de 25,2 por ciento, mientras promete que los gastos corrientes no subirán más del 16,7 por ciento.
En materia de exportaciones, se prevé que aumentarán en sólo 2.000 millones de dólares, de 59.000 a 61.000 millones, mientras que el precio internacional de la soja se estima en un promedio de U$S 375 la tonelada, cuando ahora ronda los U$S 328.
Kicillof hizo un extenso repaso de la situación económica mundial y admitió que el gobierno había estimado una mejora de la situación internacional para este año, que finalmente «no sucedió».
Otra vez, remarcó que hay una «fuerte caída de los precios» de los commodities «en los mercados internacionales» pero reiteró que esto no impactó a pleno en la economía argentina supuestamente gracias a las «políticas anticíclicas» adoptadas por la administración kirchnerista.
Dibujo, ajuste y suba de impuestos
Tras escuchar al ministro de Economía, el titular del bloque de la UCR, Mario Negri, destacó en primer término que en el presupuesto se ha pronosticado una inflación de 14,5 por ciento para el 2016, lo que resulta “una enorme ficción”. “Es como creer que las paritarias tuvieron un 15 por ciento de más incorporado al salario”, indicó.
Además, advirtió que “cuando se presentó el presupuesto el año pasado estimaron un 18 por ciento y hoy estamos en el 40 por ciento y, en cuanto al déficit, preveían 49 mil millones para este año, hoy reconocen casi 140 mil millones”.
“Frente a tamaño dibujo y enorme ficción es responsable imaginar que el presupuesto 2016 debe esperar al próximo presidente electo”, afirmó Negri y completó: “Es una irresponsabilidad avanzar hacia su tratamiento ahora”.
Al calificar la exposición de Kicillof como “autocomplaciente, el diputado Claudio Lozano (Unidad Popular) señaló que “si uno le creyera al Presupuesto presentado, deberíamos pensar que el próximo gobierno debutará con un ajuste brutal”.
A su vez hizo hincapié en los gastos que el gobierno efectúa por fuera de la ley, ya que en la última oportunidad “se gastaron $265.145 millones más que lo que había autorizado el Parlamento”.
Desde la bancada del PRO, el diputado y economista Federico Sturzenegger, al rechazar la suba de impuestos, indicó que el Presupuesto para el año próximo “viene con un aumento muy fuerte de los impuestos”, del orden de los 10 puntos.
Al respecto, argumentó que el cálculo surge de la diferencia entre «una inflación del 15 por ciento para el año que viene con un aumento de la recaudación del 25 por ciento», según explicó Kicillof.
“Nuestra posición es la contraria. Los impuestos deberían bajar, no subir. Llevamos una década de más y más impuestos sobre los bolsillos de los argentinos”, enfatizó el parlamentario macrista.
Fuente NA y Redacción.