País. Mientras que en la campaña electoral se evita abordar definiciones con relación al desorden fiscal, el gobierno propuso en el proyecto de Presupuesto 2016 “un importante ajuste” en el gasto público. “Explícitamente contempla recortar subsidios económicos y obra pública y, de manera solapada, también propone ajustes sobre prestaciones sociales y salarios públicos al contemplar aumentos nominales en estos ítems inferiores a la inflación real”, así se advierte en un informe del Idesa.
Debido a sus inconsistencias, el proyecto de Presupuesto 2016 que la mayoría oficialista confía en aprobar este miércoles en la Cámara de Diputados, basado en “premisas falsas de crecimiento económico e inflación”, no impiden que “las autoridades económicas reconozcan que la situación fiscal es insostenible”, destacó la entidad.
Prueba de ello, es que para el año 2015 proyectan un déficit fiscal de $138 mil millones que se postula reducir en el año 2016 a $94 mil millones”, advirtió.
Según el estudio, para lograr la reducción, el oficialismo propone aplicar ajustes. La recaudación impositiva y de cargas sociales se estima subirá un 25 por ciento.
En tanto que el gasto en jubilaciones subirá 25 por ciento, las asignaciones familiares el 20 por ciento, los salarios públicos el 19 por ciento y la obra pública sólo un 11 por ciento.
A su vez, los subsidios económicos a la energía, transporte y empresas públicas disminuirán en términos nominales un -2 por ciento.
Estos datos muestran que “el oficialismo está proponiendo que el próximo gobierno aplique el ajuste fiscal cuya necesidad negó sistemáticamente en los últimos años”, resaltó Idesa.
En ese sentido, observó que “salvo las jubilaciones, que legalmente están protegidas por la ley de movilidad, en el resto de los gastos sociales se prevén aumentos por debajo del incremento de la recaudación”.
“Particularmente visible es el reducido aumento nominal en el presupuesto asignado a obra pública y la reducción en valores nominales de los subsidios económicos”, añadió.
A esto se suma el ajuste fiscal que se proyecta aplicar vía licuación de gastos a través de aumentos en los precios. El informe da cuenta que en el Presupuesto 2016, además de un déficit fiscal de $94 mil millones, se proyecta transferir desde el Banco Central hacía el Tesoro nacional otros $68 mil millones.
Por lo tanto, “el desequilibrio fiscal llegaría a los $162 mil millones equivalente al 2,5 por ciento del PBI. Como la cantidad de monedas y billetes en poder del público asciende a aproximadamente 9,3 por ciento del PBI, el nivel de déficit fiscal proyectado representa un 27 por ciento del dinero circulante”, se aclaró.
Esto implica que si todo este déficit se financia con emisión monetaria, el piso de inflación para el año 2016 será del 27 por ciento. “En otras palabras, el Presupuesto contempla implícitamente que la inflación licue gasto público”, se subrayó.
Desde Idesa se reconoció que parte de este déficit se puede financiar con endeudamiento, es decir, con emisión de títulos públicos. “Pero esta fuente de financiamiento tiene limitaciones”.
Además de restablecer el acceso a los mercados internacionales, para lo cual se requiere regularizar la situación con los fondos buitres, hace falta un plan económico consistente. “Por ello, resultará difícil eludir un fuerte ajuste que contemplará una dosis importante de licuación de gastos por la vía de la aceleración inflacionaria y la devaluación”, se puntualizó.
Para la entidad, el próximo gobierno tendrá que asumir “las consecuencias de la irresponsabilidad de las autoridades económicas de llevar el desequilibrio fiscal hasta este extremo y el de los legisladores que condescendieron aprobando durante años Presupuestos mal hechos”.
Al recalcar que “ahora se avecinan escenarios convulsionados” y, mientras la administración kirchnerista apela a los “golpes” de mercado y conspiraciones, “el propio Presupuesto demuestra que la devaluación y la licuación de jubilaciones, salarios y gasto social forman parte esencial de la herencia que el actual gobierno le deja al próximo”, se concluyó.