Al trazar sus metas 2016, el Banco Central centró su apuesta en los precios, la inflación y el tipo de cambio

BCRAPaís.  La entidad aseguró este jueves que para 2016 «el objetivo prioritario consistirá en buscar la estabilidad de precios en la economía argentina» y afirmó que «la misión primordial será velar por la estabilidad monetaria».

«Las medidas y políticas se enfocarán en garantizar el descenso paulatino de la inflación doméstica. La estabilidad de precios será la meta de mayor jerarquía entre los objetivos de este Banco Central», indicó.

La entidad que conduce Federico Sturzenegger publicó este jueves el documento «Objetivos y planes respecto del desarrollo de la política monetaria, cambiaria, financiera y crediticia para el año 2016», en cumplimiento de lo dispuesto por la Carta Orgánica.

Allí, consideró que «en lo que respecta específicamente a la política cambiaria, implementará un régimen de flotación del tipo de cambio».

Sostuvo que este mecanismo «permite un necesario grado de flexibilidad para afrontar shocks originados en contextos internacionales adversos, reservándose la posibilidad de evitar, con instrumentos monetarios, una volatilidad excesiva de la nominalidad de la economía».

En la actualidad se estima que los depósitos del sector privado alcanzarían 15% del PIB, en tanto que el crédito canalizado por el conjunto de entidades financieras representaría menos de 13%, muy por debajo de niveles alcanzados por otras economías, incluso de la región.

«En diciembre de 2015 se incorporaron un conjunto de medidas que acompañaron las modificaciones normativas referidas al mercado cambiario y que apuntan a volver a dotar al sector de capacidad de crecimiento», señaló.

En particular, se procedió a la eliminación de los límites sobre las tasas de interés tanto en las operaciones de crédito como en las de depósitos e inversiones a plazo.

«La prioridad absoluta en obtener, en un plazo razonable, una moneda con poder de compra estable implicará dejar de lado objetivos que han sido característicos del manejo monetario del país, enfocado tradicionalmente en el valor externo de la moneda, es decir, en el tipo de cambio», explicó la entidad.

Por el contrario, señaló que «para obtener un gradual descenso en la tasa de inflación es imprescindible la flotación cambiaria, lo cual permite además comenzar a disociar las dinámicas de precios domésticos respecto de la evolución del tipo de cambio».

Para 2016 se estima una expansión de la actividad económica global de 3,1%, superando en 0,3 puntos porcentuales (p.p.) el crecimiento que se registraría durante 2015, estimó el BCRA.