País. El juez federal sostuvo que “hay compromiso por parte de los jueces federales para combatir» la corrupción y que «encuentran respaldo dentro de los tribunales”.
El juez federal Ariel Lijo sostuvo hoy que “hay compromiso por parte de los jueces federales para combatir» la corrupción y que «encuentran respaldo dentro de los tribunales”, al tiempo que negó presiones políticas y la existencia de operadores judiciales al afirmar que “la política judicial es la lucha contra la impunidad».
En declaraciones a radio Nacional, Lijo negó en la mañana de este miércoles que el avance en las medidas judiciales sobre casos de corrupción durante el anterior gobierno responda a presiones de sectores interesados y lo relacionó con que “hay una política desde la Corte Suprema para terminar con la impunidad”.
Además, explicó que juntar prueba y estructurar una decisión judicial lleva un tiempo que “nunca coincide con los tiempos de la demanda pública» y recordó que «hubo muchos casos en estos años de juzgamiento de funcionarios en funciones, como Felisa Miceli y Guillermo Moreno».
«Acá hay fiscales y jueces que trabajan durante años», afirmó Lijo y apuntó que «es más sencillo criticar la decisión que respaldar el valor institucional que tiene».
«Hay un trabajo muy serio y muy arduo de fiscalías y juzgados para desentrañar casos de lavado de dinero», agregó Lijo poco más tarde en declaraciones a radio Continental.
Lijo negó que existan acciones coordinadas por parte de los jueces y lo fundamentó al asegurar que cada uno es independiente y que sus fallos son evaluados por los tribunales superiores.
“Sí está claro que hoy los jueces tienen respaldo dentro del Poder Judicial”, aseveró el magistrado y puntualizó que «los tribunales le pusieron límite a la denominada ‘democratización de la Justicia’ aprobada por los otros poderes», en referencia a las leyes de reforma del Poder Judicial impulsadas por el gobierno de CFK que fueron aprobadas por el Congreso y declaradas inconstitucionales por la Corte Suprema.
«La política judicial es la lucha contra la impunidad. No debe tener ningún otro eje”, concluyó. (Télam)