Al respecto, García Elorrio, recordó que el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal de la UNC, en el 2010 tomó 94 muestras en diferentes zonas de Córdoba. “La conclusión fue que en campos donde se practicaba con alguna frecuencia tiro a las palomas, se registraron niveles muy altos de plomo, en aire y suelo”, señaló.
En los fundamentos del pedido, el parlamentario vecinalista destacó que “desde el mencionado Instituto detectaron concentraciones de plomo en cultivos de trigo y soja”.
Y amplió diciendo que desde la misma entidad advirtieron que la nueva reglamentación aportó que se reconozca al plomo que deja la caza como residuo peligroso, pero cuestionan que a la vez se siga admitiendo su uso hasta el tope máximo de contaminación admitido “en el que esos suelos ya serían irrecuperables”, puntualizó.
Por otra parte, el legislador sostuvo que “la provincia de Santa Fe, reglamentó la caza deportiva en el 2011, estableciendo por primera vez la exigencia de que al menos el 25 por ciento de las municiones a utilizar en caza de patos y otras especies, no sea de plomo sino de metales alternativos no contaminantes”.
“Y para palomas, cotorras y otras especies del tipo consideradas plagas, se fijó un límite de 50 unidades por cazador si usan plomo, pero sin tope si utilizan otras municiones”, especificó.
García Elorrio recordó que en el Parlamento nacional hay antecedentes de proyectos pidiendo la prohibición del uso de las municiones de plomo. “Como el caso de los dos proyectos de ley presentados en el Congreso por Norma Morandini (Frente Cívico), que nunca tuvieron apoyo de los bloques mayoritarios para darles tratamiento, apuntó el legislador.
Otro antecedente se encuentra en la Legislatura cordobesa, donde “hubo un proyecto que proponía prohibir el uso de municiones de plomo en la caza de la paloma, presentado por el entonces legislador Carlos Nouzeret (PJ), pero aunque empezó a ser debatido en 2004, sin tratamiento, quedó archivado”.
Cabe mencionar, que el turismo cinegético en Córdoba (en este caso el practicado por los comúnmente denominados Palomeros) es una actividad que aporta una buena cantidad de divisas al erario público y más aún, al privado. Y se reconoce que en todo el ámbito provincial, la paloma (torcaza o dorada) está calificada como “plaga”.
En este marco, el representante de EVC en la Unicameral, manifestó que “no obstante a lo positivo anteriormente señalado, se han generado dudas sobre la consecuencia ambiental que se desprende de la práctica de este pasatiempo o deporte”
Ya que “la munición utilizada es fabricada con plomo, un metal muy contaminante para ambientes de cualquier tipo”, remarcó.
En la sesión de este miércoles, el tema deberá ser tratado, así lo confirmó el legislador García Elorrio. Además impulsará el debate en torno a otro pedido de informe de su autoría a través del cual requiere saber de diversos aspectos referidos al Hotel Casino Spa Ansenuza de Miramar.