Al presentar su apelación a la decisión del juez federal Daniel Rafecas a reabrir la causa, el fiscal Pollicita argumentó que la denuncia plantea «una hipótesis criminal de inusitada gravedad» y, tras tildar de «arbitraria» la resolución del magistrado, advirtió que el archivo del expediente generaría un «gravamen irreparable».
En tanto, fuentes judiciales consignaron que, tras las presentaciones del representante del Ministerio Público Fiscal y de la DAIA, Rafecas concedió los recursos y envió el expediente para su análisis a la Sala I de la Cámara Federal, integrada por los camaristas Jorge Ballestero y Eduardo Freiler.
Se trata de la misma sala del Tribunal de Apelaciones que confirmó la desestimación por inexistencia de delito resuelta por el juez en febrero del año pasado.
Ahora, según lo adelantado por fuentes del caso, el fiscal ante esa instancia, Germán Moldes, presentará un dictamen en que reclamará la nulidad de esa decisión e insistirá con el desarchivo y la reapertura de la denuncia hecha por el ex titular de la Unidad Fiscal AMIA, cuatro días antes de aparecer muerto de un balazo en la cabeza en el baño de su departamento en Puerto Madero, el 18 de enero del 2015.
La decisión del juez federal Daniel Rafecas, quien rechazó reabrir la denuncia, no sólo fue apelada por el fiscal Pollicita sino también por la DAIA, la entidad que representa a las Asociaciones Israelitas y había presentado el pedido para ser tenida como querellante y reactivar la investigación.
En la apelación presentada este jueves ante Rafecas, Pollicita lo criticó en duros términos, calificó de «arbitraria» su decisión de no investigar la denuncia ni ordenar alguna de las 55 medidas de prueba que habían sido pedidas por su fiscalía y advirtió que la decisión causa un «gravamen irreparable».
«Ante el interrogante de por qué la investigación debe abrirse, la respuesta está en que una hipótesis criminal de inusitada gravedad y trascendencia institucional como la presentada por el Dr. Nisman, demanda la realización de todos los esfuerzos posibles con miras a que las víctimas de la maniobra logren conocer la verdad real de lo sucedido», advirtió Pollicita en un escrito de 24 carillas.
Y entendió que desde la primera decisión de no abrir la denuncia se actuó con «arbitrariedad jurisdiccional» con un «importante esfuerzo argumental» por parte del juzgado para dar por «descartada la vinculación entre los funcionarios implicados y las personas que aparecían con influencias a nivel gubernamental para llevar adelante el plan criminal» denunciado por Nisman.
«Esto no hace más que confirmar cómo el magistrado, con miras a no iniciar la investigación de la denuncia, recurrió sistemáticamente a la selección arbitraria del material probatorio», agregó Pollicita.
Pollicita aludió a las «groseras falencias» del memorándum de entendimiento entre Argentina e Irán, que según Nisman tenía como fin garantizar la impunidad de los ciudadanos iraníes acusados por el ataque del 18 de julio de 1994.
Y también recordó que Nisman había aludido a la intervención de personas ajenas al ámbito diplomático y gubernamental en las negociaciones, como Fernando Esteche de la agrupación «Quebracho».
Nisman denunció a la ex presidenta Kirchner, al ex canciller Héctor Timerman, a Esteche, a Khalil y a otros imputados por supuesto encubrimiento del atentado que causó 85 muertos a raíz de la firma del Memorandum, declarado luego inconstitucional en la Justicia argentina.
Las apelaciones impedirán que la denuncia a cargo de Rafecas sea enviada a su par Claudio Bonadio en el marco de otra causa en la que se analiza su reapertura, como había pedido este último.
Hasta que las apelaciones no estén resueltas, el expediente no podrá ser enviado a ese juzgado, pese a que Rafecas había aceptado hacerlo para consulta. (Télam)