País (15/8/16). Entre emprendedores es muy frecuente oír que las start-ups son creadas con un solo objetivo: venderlas cuando son valiosas. Si bien es cierto que con una operación de este tipo se puede ganar mucho dinero, en realidad no se trata de algo que forme parte de la esencia de un emprendedor.
Hablando estrictamente dentro del mundo tecnológico, para que un emprendimiento prospere hace falta mucho más que vocación por la rentabilidad. De hecho, se trata de trabajar apasionadamente durante largas horas para que una idea finalmente se vuelva realidad, atravesando momentos de tensión, presión e incluso desazón.
En este sentido, un ejemplo inspirador es Marcos Galeprín, creador del marketplace MercadoLibre. Durante todos estos años él podría haberse salido de su empresa vendiendo su participación. Sn embargo, está al pie del cañon, manteniendo su compromiso y generando cada día más valor. Lejos de aburguesarse, está constantemente innovando y haciendo que el negocio crezca y se consolide. Sin dudas, no hace todo esto por dinero, sino por pasión porque ama lo que hace.
Más que pasión
Más allá del entusiasmo que todo emprendedor tech pueda tener por su negocio, lo cierto es que hay algunos detalles que debe tener en cuenta para que su empresa florezca. Entre ellos, seguir sus sentimientos y dejarse guiar por sus intuiciones al momento de tomar decisiones importantes, ya que no todo es racional. De la misma manera, es imposible crecer sin cometer errores, y el secreto en este caso es aprender de los mismos para no volver a pisar la misma piedra.
Con frecuencia las personas criticarán al negocio o darán sus opiniones al respecto. Por eso es importante no sentirse presionado por lo que digan los demás y luchar por las ideas propias. También es crucial armar buenos grupos de trabajo, porque un emprendimiento no puede desarrollarse con el trabajo de una sola persona, por el contrario, cuanto más heterogéneo es el equipo laboral, mucho mejor, ya que se ponen bajo la lupa distintas maneras de ver la realidad.
Cuando todo lo soñado empieza a tomar forma, y comienzan a florecer los frutos de tanto esfuerzo, hay que mantener la calma y la humildad, puesto que la soberbia es mala consejera. El mercado es chico y dentro de los emprendedores siempre reina un clima de colaboración. Por eso, más allá de la instancia en la cual se encuentre nuestro negocio, es importante conversar con colegas, compartir experiencias, enseñar, transmitir y también aprender.
Para llevar adelante un emprendimiento hay que cumplir varios roles dentro. Por eso es buena idea abrir la mente para entender acerca de otras áreas, por ejemplo, administración, recursos humanos y negociación. Como siempre digo, los emprendedores“ nos vamos haciendo sobre la marcha”. Así de simple, así de apasionante y desafiante.
(*) fundador de Bumeran.com y co-fundador de Digital House