La información oficial da cuenta de que la población económicamente activa es de un 46%; la desocupación ronda el 9,3% y los subocupados representan el 11,2%. A esto se suma que los ocupados demandantes de empleo, son un 15,7%.
En cuanto a los índices del Gran Córdoba en material laboral, el organismo nacional advierte que la población económicamente activa es un 47,4%, la desocupación se ubica en un 11,5% y los subocupados son un 14,1%. Además los ocupados demandantes de empleo, constituyen un 21,2%.
“Las cifras dejan a la vista que el Gran Córdoba tiene niveles de desocupación, subocupación y ocupados demandantes de trabajo superiores al promedio nacional”, expresó la entidad.
En ese sentido, puntualizó que “si hacemos algunas comparaciones, podemos ver que el Gran Rosario tiene un nivel similar de desocupación (11,7%); sin embargo, la subocupación es menor en Rosario (10,1%) y lo mismo ocurre con los ocupados demandantes de empleo (13,2%)”.
A partir de estos números, el Cippes observó que “la situación laboral en el Gran Córdoba es sensiblemente peor a la del Gran Rosario, siendo que son conglomerados equiparables y con similares niveles de desempleo”.
Ante lo cual, planteó como desafío a abordar por investigadores y -especialmente- para el gobierno provincial “a fin de desentrañar el por qué de esta notable diferencia y elaborar políticas acordes como respuesta”.
Asimismo, el centro de investigaciones hizo foco en otros asuntos que no se pueden soslayar a partir de los datos nacionales difundidos por el INDEC. En primer término, “un hecho preocupante, es que la desocupación impacta de manera muy diferente entre mujeres (10,5%) y hombres (8,5%), siendo las primeras las más afectadas”, indicó.
Para Cippes otra cifra que llama la atención y enciende alarmas es el referido a cómo impacta el desempleo entre los jóvenes. El desempleo hasta 29 años es del 18,9%, en tanto que el desempleo entre 30 y 64 años, se ubica en el 5,8%.
“Es decir que muchísimos jóvenes que buscan trabajo, hoy no lo encuentran”, resaltó la entidad, al tiempo que sostuvo la necesidad de “políticas activas muy profundas” que contemplen estas realidades; “que comprometen no sólo el presente económico de millones de personas sino que tienen gran trascendencia hacia el futuro”.