Mamet citó palabras de importantes empresarios de su país que participaron en el encuentro, y remarcó que la Argentina «está en el camino correcto, como lo demuestra lo mucho que se hizo en los últimos nueve meses, y debe seguir en la misma dirección».
En declaraciones posteriores a la prensa, el diplomático dijo (en castellano) que hay que ir «paso a paso» porque las decisiones (agregó en inglés) «no se toman de la noche a la mañana, llevan su tiempo, pero el foro superó las expectativas y lo que se dijo aquí es una muestra de lo que vendrá».
El embajador norteamericano coordinó una mesa sobre «Innovación: del mundo a la Argentina», en el que intervinieron representantes de empresas radicadas en Estados Unidos, México, España y Brasil.
De este último país, Eric Acher, socio director de Monashees Capital (empresa de capital riesgo centrado en Internet y Educación), calificó de «sorprendente» el rumbo emprendido por la Argentina, expuso su experiencia en respaldo de una treintena de compañías y llamó a aprovechar las ventajas de «una tecnología cada vez más barata».
«La innovación demanda tiempo, de entre 7 y 12 años, y provendrá no tanto de las grandes empresas, gobiernos y de la academia, sino de emprendedores que deben reducir su percepción de los riesgos y el temor al fracaso», dijo Acher.
Paul Ahlstrom, cofundador y director de Alta Ventures (fondo de capital de riesgo con base en México y capitales de Utah, Estados Unidos), señaló que «la respuesta está en la creatividad, en lo tecnológico, pero también en las vías de acceso al capital necesario para los nuevos emprendimientos».
Ahlstrom confió que respalda tres proyectos en la Argentina, sobre casi un centenar en otros países, «y son los que menos me preocupan, por sus buenas perspectivas», a la vez que remarcó la importancia de la inversión de capitales locales para luego atraer a los externos.
Christos Barakos, director gerente de la firma estadounidense 3M para la Argentina y Uruguay, señaló que en su empresa se alienta a los empleados a utilizar 50% de su tiempo laboral en la resolución de problemas, lo cual «facilita innovaciones productivas».
Otra vía, agregó Barakos, refleja el lineamiento de la compañía que fija en un 30% la proporción de ingresos proyectados, a partir de productos creados en los últimos cinco años, lo cual requiere esfuerzo y confianza en los clientes.
Patrick Burtis, socio de Amadeus Capital Partners (fondo de Estados Unidos que desde 1998 apoyó a 90 nuevas compañías) rescató experiencias exitosas de ayuda directa para innovación a estudiantes en Brasil, al margen del sistema educativo formal.
«El trabajo con las universidades implica paciencia y un trabajo a largo plazo, en los que los fondos de capital de riesgo pueden facilitar emprendimientos e inclusive permitir el trabajo part time de profesores, mientras en materia de propiedad intelectual existen posibilidades de trabajar en forma fluida, aún fuera de las empresas», agregó Burtis.
Adriana Noreña, directora de Habla Hispana de Google América Latina, con base en Brasil, consideró a su vez que «el panel debería llamarse De la Argentina al mundo, dado el recorrido demostrado por el país en exportación de talento».
Noreña remarcó además la importancia de «la educación en el espacio digital», como base para nuevas iniciativas, y mencionó como otros puntos fundamentales los avances en materia de educación y diversidad cultural.
Javier Placer, CEO de Telefónica Open Future de España, puso finalmente de relieve la participación de la empresa en la Argentina en los últimos 35 años, y resaltó que «la Argentina es hoy un modelo en el mundo», aunque advirtió que «sin continuidad y un trabajo constante no hay un futuro asegurado».
«Trabajamos en el marco de un ecosistema de permanente innovación y expansión de la infraestructura para garantizar la accesibilidad de la población», mientras «un portfolio de 700.000 empresas atendidas en la región nos obliga a una constante actualización», concluyó Placer. (Télam)