El equipo, integrado por investigadores de la Argentina, España y Reino Unido, modificó el genoma de la bacteria Pseudomonas fluorescens, un microorganismo que solo crece en asociación con las raíces.
Esa simbiosis es de mutuo beneficio, ya que las plantas liberan energía y nutrientes que son absorbidos por la bacteria que, a su vez, genera compuestos antifúngicos que protegen al cereal de enfermedades.
Además, el microorganismo modificado tiene la capacidad de nutrir la planta a partir del nitrógeno atmosférico, lo cual posibilitaría menor utilización de fertilizantes químicos, ahorro en recursos no renovables y una reducción de costos.
El microorganismo se inocula en las semillas y su desarrollo ya se encuentra en la instancia de pruebas en campos confinados para confirmar los beneficios y la seguridad del producto.