Un análisis elaborado por la think tank sobre los datos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) difundidos por el organismo nacional reflejó que el 47,4% de los niños menores de 14 años viven en situación de pobreza. Ese porcentaje representa a 2.850.900 niños y niñas de los 6.011.421 que habitan en los aglomerados urbanos que releva la EPH.
Si bien la tasa de pobreza del segundo trimestre del año para el total de la población es del 32,2%, esta situación está distribuida de forma heterogénea entre los distintos grupos etarios.
“Los niños y las niñas son los más perjudicados en esta distribución. Son a quiénes deberíamos estar brindando las mejores condiciones y, en realidad, es en quienes concentramos la pobreza”, advirtió la directora del Programa de Protección Social, Gala Díaz Langou.
Por su parte, la especialista Malena Acuña, explicó que “la concentración de la pobreza en la infancia se conoce como infantilización de la pobreza. Esto se verifica tanto al medir pobreza por ingresos, tal como demuestra esta nueva onda de EPH, como con mediciones más multidimensionales, como las necesidades básicas insatisfechas”.
“También se verifica con fuentes alternativas al INDEC, como la medición de pobreza multidimensional de UNICEF, o los informes sobre la situación de la infancia del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA”, añadió.
El análisis de CIPPEC halló que se amplió la brecha entre la pobreza infantil y la pobreza de adultos. “Esta situación, preocupante en sí misma, se agrava al ver su evolución: la infantilización de la pobreza se profundizó desde 2003”, completó Díaz Langou.
Al tiempo que aseguró que “revertir esta tendencia de infantilización de la pobreza es un desafío complejo pero urgente”. “Implica abordar causas estructurales con una estrategia que incluya múltiples dimensiones. Un pilar innegable en esta estrategia se centra en garantizar que todas las familias con niños cuenten con ingresos suficientes”, destacó.