El radar ubicado en las cercanías de la ciudad salteña de Tartagal reveló que unas 40 avionetas ingresan cada mes desde Bolivia en forma irregular, publicó este lunes La Nación.
Según el matutino, la información de inteligencia señala que cada uno de esos vuelos puede dejar caer entre 400 y 500 kilos de droga en campos del norte, desde donde se completa la logística de distribución por tierra; con lo que serían unas 20 toneladas de cocaína por mes.
Ese dato sobre irrupciones en el espacio aéreo argentino fue comunicado al ministro de Defensa del país vecino, Reymi Ferreira, durante un ejercicio de control aeroespacial que desarrolló días atrás la Fuerza Aérea Argentina con su par de Bolivia, se indicó.
En ese contexto, el gobierno nacional apura la compra de una moderna aeronave de combate.
En los últimos años fueron evaluados modelos de segunda mano, con más desventajas que puntos a favor. Según trascendió, la administración macrista se inclinaría por un nuevo caza liviano ofrecido por la empresa coreana KAI: el FA50.