Unos 3.000 trabajadores de planta permanente fueron despedidos este año por las terminales automotrices que producen en el país y el Sindicato de Mecánicos (SMATA) prevé que habrá otras 3.000 cesantías en febrero.
Además de la caída de ventas en el mercado interno por la recesión económica, el sector registra un incremento exponencial en la penetración de unidades importadas tanto desde el Mercosur como extrazona.
Ricardo Pignanelli, secretario general de SMATA, dijo que el 2016 cerrará con unos 440.000 autos fabricados en la Argentina y una comercialización en el mercado interno de alrededor de 700.000, por lo que alrededor de 260.000 son importados.
La mayoría de los coches que ingresan al país provienen de Brasil: son modelos inferiores a los locales porque el país vecino produce vehículos de menor costo; también está ingresando extrazona, que son los de alta gama.
El pico productivo de la industria automotriz de la Argentina fue alcanzado en 2013, cuando las terminales llegaron a las 840.000 unidades en un mercado que comercializó 940.000 unidades en total. (NA)