Mar del Plata/País (16/12/16). A su paso por la ciudad veraniega, el dirigente del Frente de Izquierda, Nicolás del Caño, se refirió al debate abierto alrededor del llamado impuesto a las Ganancias.
En declaraciones a la prensa, Del Caño afirmó que “el gobierno de nacional, que durante su campaña electoral prometió que iba a quitar este impuesto, le robó durante un año el salario a los trabajadores”.
Al respecto, denunció que “la operación que vemos hoy, tras la media sanción del proyecto en Diputados, es un escándalo: gobernadores, funcionarios, dirigentes sindicales y los principales referentes de la oposición patronal, como Massa y Pichetto, están jugando con las expectativas de los trabajadores mientras se reúnen con el oficialismo para ver cómo frenan esta media sanción, que ni siquiera elimina el impuesto al salario”.
“A un año del gobierno macrista, queda claro cuál es el ‘diálogo’ que quieren mantener”, advirtió el exdiputado.
Al insistir con su planteo de que “el salario no es ganancia”, el referente del PTS destacó que junto a Myriam Bregman y el resto de los diputados del FIT, sostienen la demanda de que “no puede ser que los trabajadores tengan que pagar este verdadero robo al bolsillo”.
En ese sentido, puntualizó que “con la restitución de las retenciones a las patronales agrarias, quitando los beneficios y exenciones impositivas de las que siguen gozando las grandes empresas, terminando con los privilegios de los jueces y magistrados, que no pagan este impuesto, se podría obtener un monto equivalente y eliminar definitivamente este impuesto al trabajo, que recae sobre miles de familias obreras”.
Asimismo, Del Caño se pronunció a favor de “tocar los intereses de los grandes empresarios, de los ricos, y dejar de robarle el salario a los trabajadores”. En esa línea, opinó “es necesario un paro nacional que sea el comienzo de un verdadero plan de lucha para terminar no sólo con este impuesto reaccionario, sino también con la política de ajuste y devaluación, que golpea particularmente a millones de trabajadores que ni siquiera llegan a cobrar un salario equivalente a la canasta familiar”.
