CPCE: Advierten la dificultad de reducir el déficit primario, mientras que el rojo como porcentaje del PBI sigue creciendo

Córdoba/País (19/4/17). La inversión pública explica una porción muy pequeña de la producción y la inversión total del gobierno mientras que el peso de la deuda creció considerablemente el año pasado, superando el gasto en administración gubernamental y alcanzando el 80% de las erogaciones en servicios económicos.

El análisis de los economistas del Consejo Profesional de Ciencias Económicas de Córdoba (CPCE) indica que la meta de un déficit de 4,2% del PBI hay algunos condicionantes para cumplirla, sobre todo en un año electoral. “En 2018 podría ser más factible”.

José Simonella, presidente de la CPCE, subrayó que la única alternativa es “eficientizar el gasto. Los argentinos demandamos un Estado grande, entonces hay que terminar la corrupción y hacer eficiente el uso de los recursos. No hay posibilidades de un recorte grande”.

La presentación señala que los gastos de capital este año –nacional, sin contar las provincias- representará menos del 3% del Producto. Hay un incremento importante presupuestado de la inversión real.

En el caso de las transferencias corrientes (subsidios) el gobierno proyectó una reducción de cinco puntos porcentuales respecto a 2016.

Servicios Sociales es la partida más importante de los gastos corrientes, aunque si se la toma sin contar lo que maneja Anses, queda al mismo nivel de Deuda Pública y Servicios Económicos. Hay que tener en cuenta que el pago de intereses es inflexible a la baja.

Este año en el sector energético, por ejemplo, hay –en el marco de una reducción general- más transferencia hacia las empresas. La baja general se explica por menores subsidios a la producción eléctrica, asistencia a compañías públicas e inversiones hidrocarburíferas.

En el caso de transporte, de 51.000 millones de pesos presupuestados, 42.000 millones representan transferencias. Los subsidios son mayoritariamente dirigidos al transporte vial o asistencia a empresas del Estado.

En el caso de Servicios Sociales, las partidas que aumentan su participación en el global son las destinadas a Promoción y Asistencia Social (las maneja el Ministerio de Desarrollo Social e incluye programas para cooperativas, empleo social, economía social) y Seguridad Social, que subirá 28,11% incluyendo los pagos de la reparación histórica a los jubilados.

En el área de Salud –que abarca Ministerio, Administración Nacional de Seguridad Social y Superintendencia de Servicios de Salud- sólo la partida de Seguridad Social subirá por encima de la inflación este año.

En Anses hay un crecimiento de la participación de seguro de desempleo (aumentó la entrega) y asignaciones familiares (se universalizó la prestación).

Dentro de Servicios Sociales, cayó la participación de Educación y Cultura y Ciencia y Técnica. Hay una reducción de las partidas en los dos casos.

Mary Acosta explicó que la rigidez del gasto público es un impedimento a la reducción del déficit. Lo de menor flexibilidad –Seguridad Social, gasto en personal, intereses de deuda y transferencias corrientes al sector público- representan más de la mitad de las erogaciones.

Desde el Consejo hicieron un ejercicio respecto a cuánto habría que recortar de los gastos para alcanzar el déficit primario previsto para este año: 0,65% de las erogaciones de flexibilidad baja; 1,3% de las de media (transferencias corrientes a privados; gastos en bienes y servicios, déficit de empresas públicas y otros gastos corrientes) y 2,6% de los más flexibles (inversión real directa, transferencias de capital al sector público, e inversión financiera). Así se ahorrarían unos 21.781 millones de pesos este año.

Respecto de los recursos, desde el CPCE indicaron que los principales rubros para este año sufren una desaceleración de las tasas de crecimiento: ingresos tributarios, rentas a la propiedad y aportes y contribuciones (sólo este último crece por encima de la inflación). “No sería suficiente el crecimiento esperado para recuperar los ingresos lo suficiente”.

En ese marco, plantearon que se dificulta reducir el déficit primario mientras que el rojo como porcentaje del PBI sigue creciendo. En términos agregados, dejaron en claro que no hubo una baja del gasto social aunque sí un cambio en su composición: salvo Salud (17%) y agua potable (-8,3%) todos los ítems crecen este año por encima de la inflación.