Córdoba/País (9/10/17). «Si bien en la Argentina prevalece el sentimiento de cohesión nacional, la fuerte centralización de recursos y su manejo discrecional, además de ser un factor de atraso, es fuente de tensiones», afirmó IDESA, en un planteo crítico al centralismo porteño.
La Nación proyecta gastar en la Ciudad de Buenos Aires nueve veces más por habitante que en el resto del país, lo cual representa una «abismal asimetría» del gasto nacional entre la Capital Federal y el resto de las provincias, alertó este domingo el informe del Instituto para el Desarrollo Social Argentino.
Para Idesa, «si bien en la Argentina prevalece el sentimiento de cohesión nacional, la fuerte centralización de recursos y su manejo discrecional, además de ser un factor de atraso, es fuente de tensiones».
«Una de las principales motivaciones de las aspiraciones independentistas de Cataluña son las asimetrías fiscales. A pesar de que en la Argentina, por ahora, no se vislumbra el surgimiento de movimientos similares, las distorsiones en la administración de los fondos federales debería ser motivo de preocupación», se destacó.
Desde Idesa se precisó que el Presupuesto Nacional 2018 estipula que «el año próximo la Nación absorberá el 58% de los recursos tributarios, mientras que las provincias recibirán el 42% restante».
También se indicó cuál será la distribución geográfica del gasto a partir de los recursos tributarios que recibe Nación: Tomando al país en su conjunto se prevé gastar $21 mil por habitante. En tanto, en la Ciudad de Buenos Aires se proyecta erogar $121 mil por habitante y en el resto de las provincias el gasto será de $14 mil por habitante.
«Los datos muestran una abismal asimetría del gasto nacional entre la Ciudad de Buenos Aires y el resto de las provincias», se advirtió en el informe privado.
Al explicar que son varios los factores que explican esta diferencia (de nueve veces más), pero el más importante es que el Estado federa se hace cargo de proveer servicios públicos de agua, luz, gas, colectivos, trenes y el servicio de justicia, Idesa planteó que su desarticulación «es tan importante como urgente ya que implica usar fondos nacionales para subsidiar a la zona más rica del país».
«En lugar de promover el equilibrio, los fondos federales terminan siendo usados para profundizar las brechas de desarrollo entre regiones», cuestionó la entidad en su documento de análisis económico.
Para revertir esta situación, Idesa promovió «un desarrollo armónico de la Argentina» para reducir riesgos de «tensiones políticas». Su propuesta se basa en tres componentes claves: la transferencia a Ciudad y provincia de Buenos Aires de la provisión de todos los servicios públicos, la eliminación del uso de fondos federales para “ayudas” directas con destino a funciones provinciales (salud, educación, seguridad, urbanismo y vivienda) y el establecimiento de una contribución especial a favor de las provincias más postergadas condicionada a un plan de desarrollo y un plazo determinado.