CABA/País (25/5/18). En el Tedeum, con la presencia del primer mandatario y funcionarios de la primera línea del Gabinete nacional, el cardenal Mario Poli pidió atención a los más «débiles» y advirtió sobre una «justicia distributiva largamente esperada». También volvió a pronunciarse en contra de la legalización del aborto.
En su enfática homilía ante el presidente Mauricio Macri y su Gabinete, el arzobispo de Buenos Aires reclamó atención del Estado hacia los sectores «más débiles» y advirtió sobre «una justicia distributiva largamente esperada».
«Dios está nombrado en el preámbulo de la Constitución Nacional pero nos olvidamos de que existe, que está siempre dispuesto a escucharnos cuando lo invocamos y a protegernos cuando lo necesitamos», destacó.
En ese sentido, expresó: «Pareciera que lo dejamos al margen de las decisiones, confiamos sólo en nuestra capacidad, en las ecuaciones sin que dominemos todas las variables y nos afirmamos en nuestra corta experiencia sin tener en cuenta la memoria histórica del país que algo tiene que enseñarnos en las horas de prueba».
Poli resaltó que «en los tiempos de crisis y desencuentros entre los argentinos no dominan las fuerzas económicas sino las espirituales», porque sino «cómo podemos explicar como durante mas de 200 años el pueblo atravesó con paciencia y virtud laboriosa los momentos oscuros, a veces sobreviviendo a sostenidos periodos de confusión a la carencia de medios básicos y al flagelo de desocupación, dando lugar a los humillantes rostros de la indigencia, paradójicamente en una tierra rica de recursos naturales».
«Este pueblo que todo lo toleró sin perder la esperanza de un mañana mejor confiando en una justicia distributiva largamente esperada. Su lección nos alienta a pensar que nuestra Nación siempre tiene destino», afirmó el cardenal.
En otro de los pasajes de su homilía, titulada «Invocando la protección de Dios, fuente de toda razón y justicia», Poli insistió en la postura contraria de la Iglesia a la despenalización del aborto, que se debate en el Congreso.
«El magisterio del papa Francisco, del cual soy indigno sucesor en esta cátedra, nos anima a que la defensa del inocente que no ha nacido debe ser clara y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada», manifestó.
«Honrando los gestos de grandeza de los padres de la Patria, decimos que vale toda vida y, ante el bello don de la concepción, si la propuesta es optar por una u otra, apostamos decididamente a que vivan las dos. Para Dios no hay excluidos», enfatizó.
Antes del oficio, el presidente Macri y el cardenal Poli dejaron una ofrenda floral en el mausoleo donde se encuentran los restos del General José de San Martín. (NA, Télam y Redacción)