País (10/8/18). Hugo Eurnekian, sobrino de Eduardo Eurnekian, se presentó este viernes de manera espontánea ante el juez federal Claudio Bonadio para confesar que Corporación América realizó pagos al exsubsecretario de Coordinación y Control de Gestión, Roberto Baratta, durante el kirchnerismo.
El sobrino de Eurkenian aseguró que lo hizo en 2013 para financiar parte de la campaña legislativa, según publicó La Nación, en la que Martín Insaurralde perdió con Sergio Massa en la provincia de Buenos Aires.
Eduardo Hugo Antranik Eurnekian, de 35 años, le presentó un escrito al magistrado para intentar desligar a su tíoy también a la familia del banquero Brito de los «cuadernos de las coimas», según le confirmó una fuente judicial a TN.
Es que, en sus anotaciones, Centeno detalló el encuentro del 8 de agosto de 2013 entre Baratta y un tal «Hugo» en una «oficina de Brito» de la avenida del Libertador 4444 que en realidad es del empresario de medios, Daniel Hadad.
Los Tribunales Federales «explotaron» este viernes. Luis Betnata, de Techint, reconoció «contribuciones» al kirchnerismo para que destrabara la expropiación de Sidor en Venezuela; Carlos Wagner, de Esuco, acordó declarar como «arrepentido»; y Aldo Roggio, de BRH, adelantó su presencia en Comodoro Py para poner en marcha su estrategia.
El presidente de BRH debía prestar declaración indagatoria en cuatro días, pero este viernes acordó con el fiscal federal Carlos Stornelli sumarse como «imputado colaborador» a la lista de empresarios «arrepentidos». El magistrado lo homologará el lunes.
En el cuarto «cuaderno de las coimas», Oscar Centeno, mientras fue chofer de Roberto Baratta, apuntó el 28 de mayo de 2010: «21:10 Ministerio. Lo fui a buscar (sic) de Tucumán 410. Se había ido con Fabián y Llorens (sic) se reunieron con Roggio».
Es la segunda vez en la semana que Roggio concurrió a los Tribunales Federales de Comodoro Py. Este lunes fue indagado por el juez federal Sebastián Casanello por el capítulo argentino de Odebrecht en el Lava Jato de Brasil.
En esa causa, Roggio está procesado porque su empresa, junto con Odebrecht, Supercemento y José Cartellone, ganó la licitación para construir una planta potabilizadora de Aysa, Paraná de Las Palmas (Tigre), con un valor supuestamente 25% mayor al presupuesto.
