Córdoba/País (27/9/18). La legisladora Liliana Montero presentó un proyecto de declaración para que la Legislatura provincial solicite a los diputados y senadores nacionales por Córdoba, promuevan el debate y propicien el tratamiento de los proyectos existentes sobre la práctica de la eutanasia en el seno del Congreso Nacional.
En su iniciativa, Montero explica que en la Unicameral se dio el debate acerca del proyecto de ley de muerte digna o voluntad anticipada. Dicho proyecto tuvo modificaciones y, a su criterio, «quedo a medio camino de lo que debería haber sido aprobado». Aunque reconoció que «fue un importante y necesario primer paso. Así, la “muerte digna” (Ley 10.058) adquirió, al menos en el marco normativo, plena vigencia».
En los fundamentos de su proyecto de declaración, la parlamentaria progresista menciona el caso de Alfonso Oliva, quien padece de ELA (esclerosis lateral amiotrófica) hace cuatro años y se ha convertido en un referente de los sufrientes que piden que se debata en los órganos legislativos el tema de la eutanasia.
«Hace 4 años es preso de su propio cuerpo; hace un año perdió la capacidad de alimentarse y hoy sólo puede mover los ojos, sonreír y hablar mediante un sistema que permite que sus ojos elijan las letras y se reproduzcan en altavoz», expresó Montero. Tras su visita a Oliva, argumentó: «‘Cada uno debe decidir hasta cuándo va a sufrir` nos dijo personalmente Alfonso y estoy convencida de que no somos nadie para discutirle eso».
Sumado a esto, en los fundamentos de la iniciativa también se comparte información importante sobre el tratamiento de la eutanasia a nivel mundial: “Estas prácticas son legales en Holanda y Bélgica hace más de quince años. El Estado de Oregón en los Estados Unidos, se permite la práctica de la eutanasia activa y del suicidio asistido desde 1997. En Suiza desde 1941 se permite la asistencia al suicidio practicada por cualquier persona. En Finlandia, la legislación sobre los enfermos incluye un reglamento sobre la eutanasia y distingue entre eutanasia activa y pasiva. La eutanasia activa no es legal. Por el contrario, la eutanasia pasiva, como la suspensión del tratamiento de un enfermo terminal, está permitida. Y la lista sigue”.
«Alfonso nos pide explícitamente que nos comprometamos como sociedad y debatamos sobre sus derechos. Su situación y su pedido de eutanasia y de debate nos llama a reflexionar sobre cómo acompañarlo en sus decisiones. Pero Alfonso no es el único, ni el primero, ni (lamentablemente) será el último», manifestó la legisladora, al tiempo que sostuvo que «ignorar la realidad es insensible, no empatizar con el dolor es inhumano, dilatar el debate es inmoral, es por eso que pido a mis pares la aprobación del proyecto».
