País (30/10/18). Noventa testigos declararán en la causa que investiga lavado por al menos 60 millones de dólares. Están acusados veinticinco personas. Interviene el Tribunal Oral Federal N° 4 de la Capital.
El empresario Lázaro Báez, sentado junto a su hijo Martín, se dejó ver en todo momento de buen humor desde que ingresó a la denominada Sala AMIA para afrontar el juicio oral y público por lavado de activos, en la denominada «ruta del dinero K».
En un momento, bajo la mirada atenta del agente del Servicio Penitenciario Federal, Báez se paró para darles besos a sus otros hijos, Leandro, Melina y Luciana, quienes también están siendo sometidos a juicio.
El empresario, que se encuentra detenido desde abril de 2016, se mostró siempre de buen humor, incluso por momentos deslizó una sonrisa ante la atenta mirada de los jueces del Tribunal Oral Federal 4.
El tribunal, integrado por los jueces Néstor Guillermo Costabel, María Gabriela López Iñiguez y Adriana Palliotti, dio inició en la mañana de este martes al juicio oral en el marco de la causa caratulada “Báez, Lázaro Antonio y otros s/encubrimiento».
Están imputados por los delitos de encubrimiento y lavado de activos: Lázaro A. Báez, Jorge O. Chueco, Daniel R. Pérez Gadín, Jorge L. Fariña, Martín A. Báez, Leandro A. Báez, Melina S. Báez, Luciana S. Báez, Walter A. Zanzot, Julio E. Mendoza, Claudio Bustos, Eduardo C. Larrea, Walter S. Carradori, Fabián V. Rossi, Federico Elaskar, Juan C. Molinari, Mario L. Acevedo Fernández, Daniel A. Bryn, Juan I. Pisano Costa, Sebastián A. Pérez Gadín, Alejandro Ons Costa, César G. Fernández, Jorge N. Cerrota, Christian M. Delli Quadri y Eduardo G. Castro