El progresismo sentó las bases para un frente electoral, aunque también mira al PJ Federal

CABA/País (1/11/18). Los referentes políticos Miguel Lifschitz, Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín encabezaron de manera conjunto un acto en homenaje al expresidente Raúl Alfonsín. La líder del GEN se despegó de Massa, aunque los progresistas no descartan alianzas con el PJ dialoguista. 

El gobernador de Santa Fe, Miguel Lifschitz, y los exdiputados nacionales Margarita Stolbizer y Ricardo Alfonsín encabezaron juntos este jueves un homenaje al expresidente Raúl Alfonsín, que sirvió de puntapié inicial al armado de un frente progresista de cara a las elecciones de 2019, en momentos en que no descartan alianzas con el Peronismo Federal de Schiaretti y Urtubey.

A 35 años de la victoria de Alfonsín en las urnas, en el retorno de la democracia, los tres dirigentes compartieron un panel debate sobre los «Desafíos de la construcción de una agenda progresista» con los escritores y ensayistas Beatriz Sarlo y Alejandro Katz. También participó el titular del Partido Socialista, el exmandatario santafecino, Antonio Bonfatti. 

Tras el debate, se proyectó un video con imágenes del expresidente radical, y entre aplausos los exlegisladores y el gobernador socialista subieron al escenario del Palacio Alsina, repleto de militantes del PS, el GEN y radicales, algunos con las tradicionales boinas blancas.

La primera en tomar el micrófono fue Margarita Stolbizer, que en un encendido discurso tomó distancia de su exaliado del Frente Renovador, Sergio Massa.

«Lo que pasa en Brasil no es bueno y hay que decirlo con todas las letras, como argentinos y como latinoamericanos», enfatizó la exdiputada nacional, luego de que este miércoles Massa evitara cuestionar al electo presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, y señalara que el referente de la extrema derecha con su política plantea «defender a los brasileños».

En una frase, la líder del GEN reflejó cuál es el límite de la política de alianzas del progresismo con otras fuerzas partidarias al apuntar sus críticas contra los gobiernos kirchneristas y la gestión macrista.

«Si pudimos dar aquellas batallas contra la dictadura, podremos dar cualquier batalla que se nos presente por delante. No estamos dispuestos a aceptar como natural ni la corrupción, ni el ajuste», aseveró.

Por su parte, el socialista Lifschitz afirmó que «no es tiempo de candidaturas» pero sí de «construir bases para el año que viene poder tener representación».

«Nosotros podemos asumir que no tuvimos la audacia suficiente, pero no nos tenemos que hacer cargo de los bolsos de (José) López ni el desastre de la economía que tenemos hoy. Por eso tenemos la autoridad política y moral para convocar a un nuevo proyecto para la Argentina», destacó el mandatario santafesino.

En su discurso, el radical Alfonsín apostó a terminar con la «grieta» y concentrarse en el diálogo político. «¿Que queremos con el Encuentro Progresista? Tender puentes para el diálogo entre los argentinos. La grieta, la negación del otro, el creerse dueño de la verdad no puede llevar al país al desarrollo», acentuó.

Al hacer una especie de balance de estas décadas de vivir en democracia, el dirigente bonaerense del centenario partido, manifestó que «en estos 35 años no hemos sabido o no hemos podido salir del subdesarrollo. Tenemos que poner en marcha una segunda transición, ya no de la dictadura a la democracia sino de la democracia formal a la democracia social».

Por último, al resaltar los puntos en común que motoriza la construcción de un Frente Progresista, Alfonsín coincidió con las palabras de Lifschitz, quien enfatizó: “Nos reúne una visión social de la economía y de la politica, que cree qué hay límites morales para el mercado”. (NA y Redacción) 

 

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