
Córdoba/País (12/11/18). Advierten del «enorme daño social» que provocó la decisión de utilizar fondos públicos para subsidiar Aerolíneas Argentinas (AA).
Según datos del Ministerio de Hacienda, entre los años 2008 y 2017, se observa que a precios actuales, la Línea de Bandera recibió del Tesoro nacional $150 mil millones. En tanto, la inversión en la Asignación Universal por Hijo ascendió a $526 mil millones.
Al comparar la magnitud de los subsidios, se observa que el Estado gastó en Aerolíneas Argentinas el equivalente a un tercio de lo que invirtió en la Asignación Universal por Hijo.
«Estos datos alcanzan para dar una idea del enorme daño social que provocó la decisión de utilizar fondos públicos para subsidiar Aerolíneas Argentinas», señaló el Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa).
En este sentido, Idesa afirmó que «si el Estado no se hubiese hecho cargo de sus desequilibrios, se podría haber aumentado en un 30% el monto de la AUH durante toda la década en la que este programa asistencial vino operando».
Ante la decisión de usar fondos públicos para cubrir los desequilibrios de AA por parte del Gobierno kirchnerista y que tuvo continuidad con la administración de Cambiemos, el centro de estudios cuestionó que «para preservar los intereses de los empleados de la empresa se usaron recursos que podrían haber tenido un impacto social mucho mayor de haberse destinado a reforzar el principal programa destinado a asistir a la infancia pobre».
Para Idesa, lo que corresponde es que la empresa «incorpore en sus tarifas todos los costos que requiere su operación«, incluyendo los derivados de «las beneficiosas reglas laborales» que disfrutan sus empleados (como las licencias por días de cumpleaños y los pasajes gratis para los familiares).
En base a este análisis, se destacó que los esfuerzos del Estado en materia de transporte aéreo tienen que estar concentrados en garantizar transparencia en el mercado, infraestructura y seguridad».
«Que haya una línea de bandera pública, no tiene que depender de los subsidios del Estado, sino de la decisión de sus empleados y los usuarios», se añadió.
En esta línea, el centro de estudio manifestó que «negarse a usar fondos públicos para beneficiar a una empresa aérea tiene poco de ideológico y mucho de sentido común y justicia social, tal como lo demuestran las actitudes de los expresidentes Mujica en Uruguay ante la crisis de la empresa Pluna y Obama ante la crisis de American Airlines».
Hace cuatro días, como como consecuencia de una acción gremial, Aerolíneas Argentinas tuvo que cancelar una gran cantidad de vuelos perjudicando a 30 mil personas.
En esta ocasión, el servicio se interrumpió de manera intempestiva apelando a la figura de la asamblea por diez horas. Aprovechando las debilidades de los controles estatales se paralizó el servicio sin declarar una huelga que hubiera dado pie a sanciones a la entidad sindical.