País (19/1/19). El ministro de Justicia de la Nación consideró que la condena a la dirigente social jujeña indica un avance para que los hechos de corrupción no queden impunes.
El ministro de Justicia, German Garavano, afirmó que la dirigente social Milagro Sala «no es una presa política» y puso de relieve que «es la primera vez que la Justicia avanza con condenas efectivas sobre personas vinculadas a graves hechos de corrupción y abuso de poder».
De esta manera se refirió a la condena de 13 años de prisión a la jefa de la Tupac Amaru, por los hechos en la que se le imputan ser la jefa de una asociación ilícita, y por los delitos de fraude a la administración pública y extorsión, en el marco del juicio denominado “Pibes Villeros”, que investigó el desvío de fondos públicos.
«Eso marca este cambio que el Gobierno ha logrado impulsar y de a poco concretar para empezar a terminar con la impunidad que ha reinado en la Argentina y que sin importar el lugar que cada uno ocupe sea responsable ante la Justicia de sus actos», afirmó el funcionario macrista en declaraciones a radio Continental.
Destacó además que el Gobierno «ha dado libertad a la Justicia. Lo que ha hecho fue proveer la información requerida o los medios adecuados, incluso las leyes adecuadas, para avanzar en las investigaciones».