País (8/3/19). Con la transparencia y simplificación de sus trámites, representantes del organismo expusieron, en el Congreso Nacional de Subproductos de Origen Animal, la normativa sanitaria y los últimos avances en materia de modernización y mejora de procesos.
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) destacó que la transparencia y simplificación de sus trámites contribuye a facilitar el desempeño de los establecimientos industriales habilitados, al exponer en el III Congreso Nacional sobre Proteínas, Sebos y Grasas de Origen Animal.
Durante el Congreso, organizado por la Cámara de Subproductos Ganaderos de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires, en la ciudad de Mar del Plata, el coordinador General de Inocuidad y Calidad Agroalimentaria del Senasa, Nicolás Winter, describió las mejoras producidas por el proceso de modernización continua que el organismo lleva adelante desde 2016.
En ese sentido detalló la puesta en marcha del sistema de Gestión Documental Electrónica (GDE), la simplificación de trámites y aranceles –que incluyen las gestiones a través de la plataforma online Trámites a Distancia (TAD)–, la implementación del Sistema de Certificación Electrónica (SIGCER) y tableros de comando que permiten el seguimiento de indicadores de gestión estratégicamente seleccionados, para monitorear el desempeño de los actores de la cadena productiva y actuar rápidamente ante cualquier desvío que pudiera ocurrir.
“Con la modernización realizada se logró reducir la cantidad de aranceles en un 83%, los trámites en un 55% y los registros en un 48%”, expresó Winter resaltando que “el hilo conductor de este proceso es simplificarle el cumplimiento de los tramites a los administrados y enfocar al Organismo como catalizador de la operación de las empresas, salvaguardando la sanidad e inocuidad de los alimentos”.
A su turno, Ángela González Gentile de la Dirección de Inocuidad de Productos de Origen Animal del Senasa explicó los principales lineamientos sanitarios y de inocuidad necesarios para la operación de las empresas del sector y la importancia del cumplimiento de la normativa a la hora de proyectarse como exportadores.
“Es estratégico que las empresas comprendan que el cumplimiento de las buenas prácticas, procedimientos estandarizados y registros trasciende las demandas del Senasa y son condiciones excluyentes a la hora de comercializar sus productos a cualquier país del mundo”, manifestó Gentile.
Para finalizar, ambos profesionales hicieron énfasis en la vigencia de la Ley 27.233, que establece la responsabilidad de las empresas por su actividad y que deben garantizar la provisión de productos inocuos a los siguientes eslabones de las cadenas productivas.
“Cumplir las normas de inocuidad y adoptar sistemas de autocontrol como el Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (HACCP) no resulta un costo, sino una inversión a la hora de la sostenibilidad de las empresas y la visión exportadora que cualquier empresa debería tener en el Siglo XXI”, concluyó Winter.