País (16/8/19). La dirigencia del Frente de Izquierda-Unidad insistió con su reclamo a las centrales obreras para que convoquen a una huelga activa como parte del plan de lucha. La coalición de izquierda prepara para la semana próxima una marcha a Plaza de Mayo junto al sindicalismo combativo.
Tras la corrida financiera y la mega devaluación producto de la reacción de los mercados por el resultado electoral de las PASO, el Frente de Izquierda-Unidad renovó hoy su demanda a las centrales obreras para que llamen a un paro nacional de 36 horas.
En un pronunciamiento conjunto, las fuerzas política que conforman el FIT unidad manifestaron este viernes la necesidad de «romper con el FMI y dejar de pagar la deuda externa».
«Es necesario exigirle a las centrales sindicales un paro nacional de 36 horas, con movilización, como parte de un plan de lucha para imponer un programa que parta de priorizar las demandas más sentidas del pueblo trabajador», afirmó la dirigencia trotskista.
En su declaración,el PTS, el PO, la Izquierda Socialista y el MST coincidieron en afirmar que existe «un salto de la crisis política y económica nacional, cuyo detonante es la durísima derrota electoral del gobierno».
Al respecto, advirtieron que «todos los bloques capitalistas van a intentar descargarla sobre el pueblo trabajador». Por otro lado, el FIT Unidad cuestionó la «‘gobernabilidad’ que le exigen los banqueros y el capital financiero internacional, de un mandato que ha sido repudiado por la mayoría de la población el domingo».
«Macri necesita del concurso de Alberto Fernández y el peronismo. Fernández no solo alentó la devaluación, sino que la convalidó afirmando que está presto a ‘colaborar’ con Macri y su gobierno», fustigó la coalición de izquierda.
En su rechazo a las medidas económicas anunciadas por el Ejecutivo nacional, el FIT Unidad resaltó que «el gobierno hambreador de Macri dispuso una serie de medidas que están muy lejos de paliar los efectos de la devaluación del peso que ya se están registrando en aumentos generalizados de productos de primera necesidad y mucho más lejos de recuperar algo de lo que se perdió en los últimos años».
En este contexto, la Izquierda renovó su planteo de que «la crisis la paguen los que la provocaron: los capitalistas, y que se imponga un plan económico favorable a las grandes mayorías que sólo podrá ser sostenido por un gobierno de trabajadores».
En lo inmediato, el conjunto de fuerzas políticas que integran este frente político convocó junto al sindicalismo combativo a una marcha hacia Plaza de Mayo para la semana próxima.