País (5/4/20). El mandatario insistió en su rechazo a la propuesta impulsada por la oposición en el Congreso de bajarse los sueldos. En cambio, si respaldó la iniciativa de Máximo Kirchner de crear un impuesto «extraordinario» para aquellas personas entraron en el último blanqueo de capitales.
El Presidente Alberto Fernández manifestó que le parece «mucho más razonable» el proyecto que presentará el diputado nacional Máximo Kirchner (Frente de Todos), por el cual se impulsa crear un impuesto «extraordinario» para aquellas personas entraron en el último blanqueo de capitales.
El mandatario respaldó esta idea del líder de La Cámpora al sostener que tendría «más lógica» exigir un aporte excepcional a los que «más han ganado o se beneficiaron con el blanqueo después de defraudar al Estado y no pagar impuestos», que a los funcionarios o legisladores.
«Es mucho más razonable pedirles un esfuerzo a ellos que a Carla Vizzotti (secretaria de Acceso a la Salud), que gana 150 mil pesos y está todo el día en la calle viendo cómo combatir el coronavirus», destacó Fernández en diálogo con El Cohete a la Luna.
«La ley tiene una lógica mucho mayor que el proyecto de los que dicen ‘demos algo de nuestro sueldo'», remarcó el titular del Ejecutivo nacional al rechazar la propuesta de la oposición en el Congreso y si emitir un guiño a la iniciativa de Máximo Kirchner.
«No seamos hipócritas, son los que después nos llaman populistas a nosotros. No seamos demagogos y ganémonos nuestro sueldo como corresponde», afirmó el mandatario al apuntar contra la oposición de Juntos por el Cambio.
En otro tramo de la entrevista, el Jefe de Estado volvió a apuntar a los bancos ante las quejas de las empresas por no poder acceder a las líneas de crédito a tasa negativa que dispuso el Gobierno.
«Acá todos tienen que hacer su aporte. Sacan resultados extraordinarios prestando plata al Banco Central», advirtió y expresó: «Espero que el lunes no pongan excusas y empiecen a dar los créditos. Le dije a Miguel (Pesce) que no podemos tener tanta paciencia, hay que arreglarlo».
«No es que se le acaba la paciencia al presidente, se le acaba la paciencia a las empresas que no pueden pagar los sueldos», resaltó el mandatario.
