En el Tedéum, Poli afirmó que frente a la pandemia no debe haber espacio para «posturas partidistas o intereses sectoriales»

País (25/5/20). Al encabezar el Tedeum por el 25 de Mayo en la Catedral Metropolitana a puertas cerradas, el arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado de la Argentina hizo un llamado a «preservar la unidad».

El cardenal Mario Poli, arzobispo de Buenos Aires, destacó que «contarnos entre los países que cuidamos la vida nos enorgullece e identifica con el sacrificio de la generación que dio origen a lo que hoy somos como Nación».

Así se pronunció durante la homilia de hoy en la Catedral metropolitana, por primera vez a puertas cerradas y sin público, por las medidas sanitarias a raíz del nuevo coronavirus.

En este marco, el primado argentino subrayó que, frente a la pandemia, «no debe haber espacio para especular ni acaparar con las necesidades del pueblo», como tampoco «lugar para llevar al terreno de las ideologías, posturas partidistas o intereses sectoriales», con lo cual hizo un llamado a «preservar la unidad».

«Contarnos entre los que cuidamos la vida como el don más precioso, nos enorgullece e identifica con el sacrificio de la generación que dio origen a lo que hoy somos como Nación», dijo Poli al encabezar la tradicional celebración religiosa que conmemora un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, de la que hoy se cumplen 210 años.

Durante la homilía, que fue seguida por videoconferencia por el presidente Alberto Fernández desde la Quinta de Olivos, Poli planteó que, frente a la emergencia sanitaria, «la solidaridad, la hospitalidad y fraternidad vuelven a surgir como valores que nos identifican».

«En este tiempo, no debe haber espacio para especular ni acaparar con las necesidades del pueblo. Tampoco hay lugar para llevar al terreno de las ideologías, posturas partidistas o intereses sectoriales, ya que se trata de decidir sobre la vida de todos los argentinos y, por lo tanto, se hace necesario preservar la unidad», remarcó.

Al recordar las palabras de su antecesor Jorge Bergoglio, citó: «Hace pocos días, el papa Francisco manifestó que ‘algunos gobiernos han tomado medidas ejemplares con prioridades bien señaladas para defender a la población. Es verdad que estas medidas molestan a quienes se ven obligados a cumplirlas, pero siempre es para el bien común y, a la larga, la mayoría de la gente las acepta y se mueve con una actitud positiva'».

Y continuó con la cita del Sumo Pontífice, quien aseveró que «los gobiernos que enfrentan así la crisis muestran la prioridad de sus decisiones: primero la gente. Y esto es importante porque todos sabemos que defender la gente supone un descalabro económico. Sería triste que se optara por lo contrario, lo cual llevaría a la muerte a muchísima gente, algo así como un genocidio virósico'».

En sus palabras, Poli reflexionó acerca del comportamiento del ser humano previo a la pandemia: «Ese modo de ser se paraliza cuando un virus hace saltar todo por el aire y nos devuelve la mirada a lo esencial, para elegir entre lo que cuenta verdaderamente y lo que pasa, valorando el don de la vida a cualquier otro interés, estableciendo un orden de prioridades centrado en el bien común, fijando la mirada en cuidar a todos, especialmente, los que corren más riesgos».

«La globalización de la enfermedad, con sus letales cuotas de dolor y muerte, hoy nos hace caer en la cuenta de que la ‘humanidad es una'», sentenció.

, , , , ,