Córdoba (30/9/20). Demandan que Córdoba adopte la utilización de estas pistolas para disminuir la inseguridad en la Provincia.
“No se trata de un elemento de tortura, es un arma no letal para inmovilizar al delincuente. Esto permite garantizar la seguridad de los cordobeses, un aspecto prioritario en estos tiempos”.
Así se pronunció el dirigente radical y ex legislador provincial Javier Bee Sellares, quien insistió en su propuesta de que Córdoba incorpore las Taser para disminuir la inseguridad.
«Sucesos como los ocurridos el pasado lunes que derivaron en el apuñalamiento de un efectivo de la Policía Federal en el barrio porteño de Palermo, resaltan la importancia que la Provincia de Córdoba adopte la utilización de estas pistolas para disminuir la inseguridad que padecemos a diario los cordobeses”, destacó Bee Sellares.
En este plano, el dirigente radical defendió la utilización de estas «armas no letales» en lugares de «alta concurrencia de gente» como áreas peatonales y terminales de ómnibus de Córdoba, entre otros espacios, y así evitar el uso de armas de fuego.
Bee Sellares remarcó que las Taser no son «un elemento de tortura», sino «un arma no letal para inmovilizar al delincuente».
Cabe recordar que en 2018, en su rol de legislador, el radical presentó un proyecto para avanzar en la implementación de armas no letales como las pistolas Taser.
Tras el asesinato del inspector del Inspector de la Policía Federal Juan Pablo Roldán, el secretario de Justicia y Seguridad porteño, Marcelo D Alessandro, pidió este martes que se le otorgue las fuerzas de seguridad las «herramientas necesarias» para afrontar determinadas situaciones e hizo hincapié en la utilización de las pistolas Taser.
«Hay un cuestionamiento a los jueces de qué herramienta la damos a los que nos cuidan para poder cuidarse», expresó el funcionario en declaraciones al programa «Ruleta Rusa, que conduce Nancy Pazos en la FM Rock anda Pop.
Algunas consideraciones técnicas
Las pistolas Taser disparan dos electrodos con forma de arpón cuyos impulsos eléctricos (de muy bajo amperaje) con un alcance de entre cuatro y 10 metros.
Los impulsos electrónicos –que no ponen en riesgo la integridad física del involucrado- inmovilizan al agresor en forma instantánea y solo por cinco segundos.
La persona alcanzada se siente cansada, extenuada. Y ese efecto dura entre cinco y diez minutos, explican los expertos.
Las pistolas cuentan con un registro de control mediante una memoria digital que almacena datos encriptados solo accesibles a través de un software. En el chip se guardan: fecha y hora de uso y la duración de los impulsos, entre otras cosas.
También cuenta con una cámara HD, la que graba audio y video (por más de una hora) a partir del momento que se le quita el seguro. Incluso registra toda la acción en la oscuridad total.