Buenos Aires (10/10/20). Se podrá en marcha desde el martes y habrá 10 alumnos por curso. Los estudiantes del último año de cada nivel tendrán una frecuencia de tres veces por semana, y los de 1° a 5° año, de una vez, explicó la directora de Cultura y Educación Bonaerense.
“Con la misma responsabilidad, profesionalismo, compromiso y prudencia que tuvimos desde un primer momento, tomamos cada una de nuestras decisiones. Solamente en aquellos distritos donde la situación epidemiológica determine que se trata de una zona de bajo riesgo comenzaremos a transitar un regreso progresivo a la presencialidad en las escuelas”, expresó la Directora General de Cultura y Educación de la Provincia, Agustina Vila.
“Debemos preservar los resultados que pudimos alcanzar con tanto esfuerzo por parte de toda la comunidad, en pos de garantizar el cuidado de la vida y de la salud”, destacó.
En línea con la Resolución 370/2020 aprobada el jueves pasado por el Consejo Federal de Educación, la Provincia definió los distritos que comenzarán a transitar el regreso a las clases presenciales.
Para ello, se realizó una evaluación de riesgo epidemiológico considerando los indicadores epidemiológicos acordados a nivel federal y los criterios sanitarios elaborados por la Provincia para atender las particularidades de las situaciones epidemiológicas de cada distrito desde una perspectiva regional, que contempla la intensidad de la transmisión zonal y la respuesta del sistema de salud.
El regreso a clases presenciales se realizará de manera progresiva y en etapas. En una primera etapa se convocará a las y los estudiantes que requieren fortalecer la continuidad pedagógica, ya sea porque sus trayectorias educativas se han visto interrumpidas durante la pandemia o porque precisan un mayor acompañamiento pedagógico.
Dentro de este grupo, se prevé que tengan mayor frecuencia de clases presenciales quienes estén cursando el último año de primaria y secundaria.
En una segunda etapa, conforme a las condiciones epidemiológicas, serán gradualmente convocados los demás estudiantes. Se priorizará a toda la matricula del último y primer año de los niveles primario y secundario, a hijos e hijas de trabajadores esenciales y de la educación, hasta incorporar progresivamente al resto de la matrícula de cada establecimiento educativo.
De esta forma, en 24 distritos de la provincia de Buenos Aires que revisten un riesgo epidemiológico bajo, podrá darse inicio a un progresivo retorno seguro a la presencialidad en las escuelas. Los distritos son: Chivilcoy, Daireaux, Saavedra, Bragado, Tres Lomas, Lobos, Lezama, Salliqueló, Alberti, General Lavalle, Adolfo Alsina, Monte Hermoso, 9 de Julio, Puan, 25 de Mayo, Tordillo, Guaminí, Monte, General Lamadrid, Rauch, Florentino Ameghino, Carlos Tejedor, González Chaves y Chascomús.
Asimismo en aquellos distritos evaluados como de riesgo medio, se prevé la posibilidad de generar protocolos para llevar adelante actividades de cierre de ciclo para los últimos años de cada nivel, junto a las actividades que hoy ya suceden en la escuela porque se declararon ininterrumpibles al inicio de la pandemia: entrega de módulos alimentarios del programa del Servicio Alimentario Escolar, ejecución de obras de infraestructura escolar, entrega y devolución de cuadernillos e instancias de orientación a las familias y a estudiantes.
A su vez, en los distritos de riesgo medio, se evaluará llevar adelante actividades socioeducativas – fuera del ámbito escolar- de revinculación y acompañamiento, vinculadas al deporte, al arte, a la recreación o que incluso pueden configurar instancias de apoyo escolar que deben ser realizadas al aire libre en predios cerrados, con una presencia de no más de 10 chicos y chicas.
Estas actividades se podrían realizar en clubes, campos de deporte, polideportivos y sin requerir el uso del transporte público. En los establecimientos educativos de gestión privada, se incorporan tareas administrativas de atención al público para la sostenibilidad de la matrícula. Todas las actividades deberán llevarse adelante con el cumplimiento estricto de protocolos sanitarios.
En cuanto al programa jurisdiccional para un regreso seguro a las clases presenciales, Vila sostuvo que “es un plan para el que hemos trabajado durante mucho tiempo, en el marco de los lineamientos federales y con el acompañamiento tanto del ministerio de salud, del gabinete de ministros y del grupo de expertos que asesoran al gobierno provincial, como también de los representantes de las y los trabajadores docentes y auxiliares”.
“Su puesta en marcha implicará que las y los directivos, docentes y auxiliares sean los primeros en regresar. Se realizará la limpieza y la desinfección de cada establecimiento dando cumplimento a estrictos protocolos y se planificará la continuidad pedagógica según los contenidos curriculares priorizados, en formatos que contemplen la actividad educativa presencial y no presencial. Iremos informando a las familias cada decisión que tomemos», añadió.
La nueva rutina escolar
El plan establece que los horarios de ingreso y egreso a la escuela serán alternados para distintos grupos, de modo tal que compartan estos momentos la menor cantidad de personas y se genere menor concentración de circulación en la vía pública.
Para ingresar a la escuela, las y los trabajadores deben tener vigente el permiso de la aplicación CUIDAR, mientras que el estudiantado debe llevar, en su cuaderno o carpeta, una Declaración Jurada firmada por la persona adulta responsable en la que deje constancia de que se encuentra en condiciones de asistir. Al ingreso se tomará la temperatura corporal, que debe ser como máximo de 37.4°.
La división de secciones de estudiantes se realizará en tantos subgrupos como sea necesario hasta cubrir el cumplimiento del distanciamiento prescripto por la autoridad sanitaria (2 metros en espacios comunes y 1,5 metros en el aula, entre estudiantes y a 2 metros de distancia del docente a cargo del curso), con un máximo de diez estudiantes por salón.
Durante la primera etapa del regreso seguro a las clases presenciales, la jornada tendrá noventa minutos de dictado de clase en forma continua, sin recreo. Los bloques de clases de las distintas secciones serán en horarios distintos, de modo que cohabiten la escuela en forma simultánea la menor cantidad de personas posible.
El mismo grupo de estudiantes tendrá un encuentro por semana y quienes cursen el último año de cada nivel tendrán tres encuentros semanales para abordar los denominados “contenidos prioritarios”, definidos por las y los docentes de cada grupo a partir de los lineamientos emanados de la cartera educativa. El plan expresa claramente que el trabajo presencial debe integrarse con las tareas pedagógicas que continuarán realizándose de manera no presencial.
En la segunda etapa, se irá ampliando la cantidad de matrícula que comenzará a tener clases presenciales, según lo permita la situación epidemiológica. En esta instancia, las instituciones educativas pondrán en marcha diferentes modelos de presencialidad, conforme a las definiciones sanitarias y también, a las particularidades que presenta cada establecimiento educativo, por ejemplo, en relación a su infraestructura.
Con respecto a los hábitos de las y los estudiantes, el Plan indica sanitizar la mochila antes de salir de los hogares y al llegar a la escuela, dejarla fuera del aula mientras se encuentran en clase, higienizarse las manos en períodos máximos de 90 minutos y al manipular objetos; evitar compartir útiles, comidas y bebidas; como también el contacto físico.