Fernández abogó por un «cambio estructural» de las economías que hoy favorecen la concentración del ingreso «en muy pocos»

País/Mundo (22/11/20). En el marco de la cumbre de Líderes del G20, el mandatario argentino dijo este domingo que «nadie se salva solo en un planeta que se incendia, se inunda o se envenena». También llamó a renovar la determinación «para erradicar la pobreza».

El presidente Alberto Fernández aseguró que “la Argentina está comprometida con una agenda de transición justa hacia el desarrollo integral y sostenible” al participar en la mañana de hoy mediante videoconferencia, desde la residencia de Chapadmalal, de la segunda sesión plenaria de la cumbre de Líderes del G20.

“A los desafíos globales que ya enfrentábamos, como el cambio climático, las asimetrías entre países centrales y periféricos y la desigualdad social que padece América Latina y otros continentes, hoy se suman los efectos sanitarios, económicos y sociales de la pandemia” de COVID- 19, reflexionó el mandatario.

Durante su exposición, Fernández se refirió a la crisis alimentaria, a la importancia de la educación para construir la justicia social y fomentar el respeto a los derechos humanos; de acrecentar los esfuerzos para estimular la sostenibilidad de nuestro futuro ambiental y a la necesidad de lograr la igualdad de género como un factor de desarrollo.

«En América latina, el tiempo del fin del patriarcado ha empezado», aseveró. Sobre este punto sostuvo que “el empoderamiento de las mujeres resulta un imperativo moral y ético que además de ampliar legítimamente derechos, ayuda en la lucha contra la pobreza, la inseguridad alimentaria, y promueve un desarrollo más veloz de nuestras sociedades”.  

“Nadie se salva solo en un planeta que se incendia, se inunda o se envenena”, dijo el titular del Ejecutivo nacional y señaló que “es necesario un compromiso colectivo para lograr la pronta y efectiva implementación del Acuerdo de París”.

En este plano, afirmó que “el compromiso con la agenda ambiental requiere una importante provisión de recursos financieros, la creación de capacidades y la transferencia de tecnología, a la luz del Principio de Responsabilidades Comunes pero Diferenciadas”.

“Nuestro compromiso es garantizar una transición justa e inclusiva hacia un desarrollo sostenible”, acentuó el Presidente argentino.

Por otro lado, indicó que el coronavirus “agravó la crisis alimentaria mundial”, y que la Argentina está comprometida en “aliviar esa situación”. 

“Nuestras políticas están orientadas a aumentar el potencial productivo agrícola en todas las regiones del país”, destacó y aseguró que un “comercio agrícola abierto y transparente” es “esencial para poner fin al hambre, atendiendo las necesidades de los más desfavorecidos”.  

“Pero no se trata solo de asegurar la comida para simular un ‘decoroso sustento’. Es imprescindible que todos accedan al derecho a la propiedad sin exceptuar a nadie.  Esto implica acceso a la salud, acceso al empleo y, especialmente, acceso a la educación”, subrayó.

El mandatario explicó que “la educación es la base para construir una sociedad democrática, con justicia social y respeto a los derechos humanos” y aseveró que “la pandemia puso de relieve que la conectividad y la inclusión digital son derechos básicos que debemos garantizar”.

El Jefe de Estado dijo que la Argentina diseñó un plan de conectividad, distribuyó equipos y brindó formación docente en el uso de herramientas digitales.

En cuanto a la superación de la crisis actual, Fernández señaló que “la forma en que actuemos hoy determinará el mundo posterior al COVID».

«El camino de salida requiere promover políticas económicas, industriales y sociales orientadas al cambio estructural de nuestras economías que hoy solo favorecen que el ingreso se concentre en muy pocos y que la pobreza se distribuya entre millones”, enfatizó el mandatario argentino.

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