País. «El ingreso de la variante Delta podría arruinar todo un proceso de vacunación», advirtió Florencia Carignano, directora de Migraciones frente a la limitación del ingreso al país de 600 pasajeros por día. Ante los varados, la funcionaria advirtió que aquellos que viajaron al exterior «firmaron una declaración jurada en la cual asumían las consecuencias de salir en pandemia».
La tiutlar de la Dirección Nacional de Migraciones (DNM), Florencia Carignano, lamentó hoy la situación que atraviesan las personas varadas en el extranjero producto de las medidas de cierre parcial de fronteras y reducción de vuelos.
No obstante, explicó que al momento de viajar cada una de ellas firmó una declaración jurada en la cual se hacían responsables de que estaban saliendo en medio de una pandemia y que «asumían las consecuencias» económicas de un eventual cambio en las condiciones de reingreso al país.
En declaraciones televisivas, la funcionaria admitió que «no es lindo tomar este tipo de decisiones», pero que «es preferible a tener que suspender todas las actividades internas por un brote de la variante Delta».
«Lo que hemos hecho en una pandemia no es decidir entre lo bueno y lo malo. Porque la verdad es que no es lindo tomar este tipo de decisiones. Estamos eligiendo decidir entre lo feo y lo muy feo», aclaró.
Carignano explicó que la decisión se tomó por la «preocupación» que genera la propagación de la cepa Delta en muchos países del mundo y por el bajo nivel de cumplimiento del aislamiento obligatorio de las personas que vuelven del exterior, según pudo verificar el organismo en una serie de inspecciones.
La DNM confirmó que un 32% de las personas que ingresan a la Argentina siguen sin cumplir el período de cuarentena obligatoria, al llevar adelante un nuevo operativo control para colaborar con las provincias, con el objetivo de evitar la propagación de las variantes de Covid más infecciosas y que aún no tienen circulación en la Argentina.
El organismo inició hace 15 días una serie de operativos de control del aislamiento centrados en la Ciudad de Buenos Aires y 8 provincias, donde se comprobó en un primer relevamiento que 4 de cada 10 personas que ingresaron al país no cumplieron con la normativa.
La funcionaria reconoció que pese al refuerzo de los controles no va a ser posible evitar la entrada de la variante Delta al país, pero el sentido de las restricciones tiene que ver con «tratar de ralentizar todo lo posible (ese proceso) y vacunar la mayor cantidad de gente posible para que cuando ingrese afecte lo menos posible a la sociedad y a las libertades».
«Las personas que salieron eran conscientes de que salían en una pandemia. Firmaron una declaración jurada haciéndose responsables económica y sanitariamente, y también firmaron una declaración jurada en la que aceptaban las condiciones de reingreso que impone la República Argentina. Esas personas quizás tengan que esperar unos días más; pero es preferible a que tengamos que suspender todas las actividades internas por un brote de la variante Delta», argumentó.
Aclaró que «no está prohibido viajar», aunque dijo que desde hace mucho el organismo que preside «recomienda no viajar al exterior porque pueden pasar estas cosas», en alusión a los varados.
«No somos el único país que está tomando esta medida. Chile impide la salida de los chilenos del país y la entrada. Igual que Francia lo hizo de un día para el otro, Israel lo hizo cuando estaban vacunando. Canadá impone la entrada con 2500 dólares cada uno y tienen que quedarse en hoteles por unos días. Son medidas que toman todos los países», aseguró la titular de la DNM.