País. El investigador del CONICET Emiliano Kakisu dijo que “Lo que van tener en las góndolas es un producto que no contiene sacarosa, alérgenos, conservantes ni lactosa, y además es libre de gluten por lo cual pueden consumirlo las personas celíacas”.
Se presentó hoy el primer alimento bebible a base de proteína vegetal (quínoa), inédito en el mercado argentino, desarrollado por un grupo de investigadores e investigadoras a través de un consorcio entre el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas; 4 universidades nacionales y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (MinCyT).
Con el nombre comercial BIBA, la bebida aporta una cuota importante de proteínas y múltiples beneficios nutricionales derivados del grano de la quinoa, uno de los alimentos vegetales que provee todos los aminoácidos esenciales. Una porción de BIBA aporta vitaminas A, D2, E, B12 y calcio. Además, no contiene sacarosa añadida, ni conservantes, ni lactosa y es libre de gluten.
Se presenta en el mercado de la mano de la pyme argentina Babasal S.R.L, que por medio de una licencia de la tecnología avanzó en la producción a escala industrial para abastecer el canal comercial y contribuir con un alimento nutritivo y saludable a la sociedad. En cuanto al sector académico, participaron del desarrollo, las Universidades Nacionales de La Plata (UNLP), de Lanús (UNLA), de Lujan (UNLU) y de Quilmes (UNQ).
Presente en la videoconferencia, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Roberto Salvarezza, aseguró que el producto “sintetiza muchos esfuerzos”.
“Estamos en un cambio profundo en el sistema científico argentino, que ya no sólo se enfoca a hacer ciencia de calidad -que es bienvenida- sino esto de trabajar para la resolución de problemas concretos, de forma armoniosa, federal y articulada”, dijo.
En ese sentido, un producto como Biba apunta a “la otra emergencia” que se suma a la pandemia, la emergencia alimentaria y la necesidad de “alimentos saludables para nuestros chicos, que puedan cumplir con todas las condiciones nutricionales”, acentuó.
En el marco del proyecto, el CONICET interactúa activamente con el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, el Gobierno de San Juan y el INTA de San Juan en la Región de Cuyo. Asimismo, el proyecto cuenta con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación que ha aportado importantes fondos para hacerlo posible.
La quinoa utilizada para el flamante producto es de origen nacional, cultivada en forma agroecológica en San Juan por productores locales asistidos tecnológicamente por el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
La producción de la bebida también impacta en otra empresa con base en Argentina, Tetra Pack, la cual es la encargada del envasado en condiciones asépticas con tratamiento térmico de ultrapasteurización (UAT-UHT), en la ciudad bonaerense de Luján.
Por su parte, el investigador del Conicet y la Universidad Nacional de Lanús, Emiliano Kakisu, que coordinó el proyecto científico, explicó que el producto “fue formulado con un alto contenido de proteínas, vitaminas, minerales, calcio y fibra”, en función de “la necesidad nutricional y también necesidades alimentarias en la población”.
“Lo que van tener en las góndolas es un producto que no contiene sacarosa, alérgenos, conservantes ni lactosa, y además es libre de gluten por lo cual pueden consumirlo las personas celíacas”, dijo.
Este doctor en Ciencias Exactas explicó que la bebida fue pensada como “destinada a una población multitarget”, y para ser consumido de diferentes formas, ya sea “solo, con canela, frutas o chocolate”, dado que se trata de “un producto muy versátil”.