CABA. El titular de la cartera educativa aseguró que se trata de una medida «incomprensible» que puede «ser un riesgo» para los alumnos y alumnas.
El ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, cuestionó este viernes la decisión del Gobierno de la Ciudad de disponer la presencialidad total de los alumnos en las aulas desde el miércoles próximo, tras el receso invernal, bajo un protocolo que desestimó el cumplimiento de la medida de distanciamiento de 1,5 metros entre los estudiantes para evitar el contagio de coronavirus.
La medida, a la que Trotta calificó de «incomprensible» y de «riesgo», recibió también cuestionamientos por parte de los gremios docentes, algunos de los cuales anunciaron la convocatoria a un paro de 24 horas para el lunes, fecha en la que se prevé la toma de exámenes previos en el nivel secundario.
«Es importante regresar a la presencialidad, pero sostener los cuidados para que tengamos un proceso de mantenimiento de la distancia social», subrayó el ministro en declaraciones formuladas a AM 750.
El pronunciamiento del titular de la cartera educativa surgió tras la difusión, durante una reunión del Ministerio de Educación porteño con los gremios docentes que se realizó este jueves, de un borrador del protocolo «para el desarrollo de clases presenciales» a aplicarse a partir del miércoles, cuando regresen a las aulas los alumnos tras las vacaciones de invierno.
En rigor, el retorno a la presencialidad total será obligatorio y gradual entre el 4 y el 23 de agosto de acuerdo a un cronograma establecido por las autoridades educativas de la Ciudad, que estableció que los estudiantes de los últimos años del nivel secundario sean los primeros en implementar el sistema completo, tras el esquema bimodal que combinó educación virtual con presencia en el aula con burbujas (grupos limitados para garantizar distanciamiento).
El nuevo protocolo, sin embargo, establece que «el grupo burbuja es el aula completa de cada sala/grado/año/curso, según la conformación de las mismas en cada establecimiento educativo».
Y a diferencia de la guía utilizada a partir de febrero, cuando comenzó el ciclo lectivo en el marco del segundo año de la pandemia (que disponía que «se debía cumplir con al distanciamiento social de al menos 1,5 metros» entre cada alumno), el borrador del nuevo protocolo a implementarse en las escuelas de CABA indica que a partir del miércoles próximo el espacio deberá mantenerse pero «entre los diferentes grupos burbujas».
Además, la nueva guía dispone que «para el desarrollo de las clases presenciales a cada estudiante se le asignará en el aula un lugar fijo, que deberá respetar y que no podrá ser modificado», así como establece que la presencialidad será «obligatoria» a excepción de los alumnos «que sean de riesgo o convivan con personas de riesgo», quienes estarán autorizados para continuar con la educación a distancia.
El protocolo en cuestión habilita el funcionamiento de los comedores de las escuelas pero «por turnos», y sostiene que «las mesas de seis personas tendrán un aforo del 50%», en tanto que «los estudiantes y docentes solo se podrán retirar el tapaboca al momento de la comida y deberán colocárselo inmediatamente al terminar».