País. Los datos se desprenden de un estudio inédito sobre el perfil de los ciclistas en la Argentina realizado por la Agencia Nacional de Seguridad Vial (ANSV).
El uso de la bicicleta se trata de un gran aporte para la generación de ciudades más sustentables. Al igual que sucede con los peatones, es importante que las y los ciclistas se reconozcan como actores del entramado vial y cumplan con las normas de tránsito.
Del total de las personas fallecidas en siniestros viales en el primer semestre de 2021, los usuarios de bicicletas representan el 4%.
En este sentido, la ANSV realizó un estudio inédito sobre el perfil de los ciclistas de nuestro país, y entre los datos más relevantes resalta que solo el 8,3% de los ciclistas utiliza el casco a la hora de circular y casi la mitad de los ciclistas observados no respetan los semáforos (48%).
La bicicleta es utilizada como modo de transporte para actividades cotidianas y/o para trasladarse hacia y desde el trabajo o estudio. Sin embargo, de los consultados, solo el 17% de quienes declaran poseer una bicicleta la utiliza con frecuencia semanal. Mayormente, la movilidad tiende a ser con fines recreativos, pero de todos modos, su uso para el desplazamiento hacia destinos de corta o más extensa distancia también es muy común.
La mayoría de los ciclistas observados pertenecen a la región pampeana (49%). El 71% son hombres y el 29% mujeres. El grupo etario que más utiliza este tipo de vehículos son los jóvenes de entre 18 y 35 años, que representan el 46,7%, seguido por usuarios de entre 36 y 49 años, que son el 19%.
Los trabajos realizados por el Observatorio de la ANSV plantean una serie de propuestas y recomendaciones para reducir los siniestros viales que involucran a peatones y ciclistas.
En el caso de peatones, fortalecer la mirada del respeto y la convivencia vial entre todas las personas usuarias de la vía pública, utilizando los espacios de capacitación que ofrece el otorgamiento de la licencia de conducir; implementar la colocación de cruces peatonales elevados; reducir las velocidades máximas en zonas urbanas; ampliar la colocación de dársenas exclusivas para el transporte urbano destinadas al ascenso y descenso de pasajeros; y aumentar los controles en sectores donde no se permite el estacionamiento, entre otras.
En el caso de los ciclistas, se propone ampliar la construcción de infraestructuras exclusivas para este tipo de usuarios, como ciclovías y bicisendas. También, la creación de estacionamientos en la vía pública que brinden seguridad para su guardado o facilitar estacionamiento en lugares de trabajo, escuelas, clubes, entre otros, sumado a un alumbrado adecuado y posiciones de espera en las calzadas.
Además, establecer algún tipo de regulación o control al incumplimiento de normativas de tránsito; instalar semáforos para bicicletas sobre las ciclovías en intersecciones que se considere necesario; pacificar el tránsito reduciendo las velocidades máximas en espacios donde confluyen automóviles y bicicletas; fomentar el aumento del uso de elementos de seguridad entre ciclistas, y también otorgar facilidades económicas y generar incentivos.
Desde el jueves 16 y hasta el miércoles 22 de septiembre, se celebra mundialmente la Semana de la Movilidad Sustentable. Se trata de promover alternativas de movilidad que aporten a la construcción de un ambiente más amigable, que aporten al desarrollo sostenible mejorando el uso y la apreciación del espacio público por parte de las y los ciudadanos. Entre las principales opciones se encuentran el uso de la bicicleta y la caminata.
La bicicleta es un medio de transporte económico, ecológico y saludable, mientras que las y los peatones constituyen el grupo más grande de usuarios de la vía. Uno de los desafíos actuales es incorporar a peatones y ciclistas dentro del entramado vial ante un tránsito urbano que se caracteriza por darle prioridad a los vehículos motorizados.