País. La flamante normativa porteña constituye «un traspaso totalmente ilegal de competencias» y supone una maniobra de Macri «para garantizar su propia impunidad», remarcó el titular de la cartera de Justicia de Nación.
El ministro de Justicia de la Nación, Martín Soria, afirmó hoy que «el proyecto de ley que aprobó esta semana la Legislatura porteña tiene nombre y apellido, se llama Mauricio Macri», en referencia a la ley aprobada por la Legislatura porteña, con la que Juntos por el Cambio (JxC) amplió las competencias del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de la Ciudad de Buenos Aires.
Soria consideró – en declaraciones a Radio 10- que fue pensada «con tal de evitar la quiebra del grupo Macri por la estafa del Correo», y que con ese fin, el jefe de Gobierno porteño Horacio Rodríguez «Larreta y su legislatura subvierten el orden constitucional» con esta ley, que fue también rechazada por expertos en el tema.
Para el funcionario nacional se trata de «un traspaso totalmente ilegal de competencias» y consideró que «Macri no solo tiene jueces y abogados para garantizar su propia impunidad, también tiene lamentablemente la Legislatura de Larreta».
Soria argumentó, por ejemplo, que el procurador interino, Eduardo Casal, «que siempre ha beneficiado a Macri, en este caso no tuvo más opción que decirle que era anticonstitucional».
También opinó que «esta ley atenta y perjudica a todos los vecinos de la Ciudad de Buenos Aires, que van a tener que afrontar cuatro instancias». Y analizó: «Yo no le veo mucho futuro, no creo que prospere”.
En otro tramo de la entrevista, el integrante de la primera línea del Gabinete nacional opinó que las nuevas autoridades de la Corte Suprema de Justicia se eligieron mediante «una decisión totalmente independiente, autónoma» del máximo tribunal.
«No nos corresponde a nosotros como Gobierno hacer valoraciones sobre esta decisión, mucho menos valoraciones personales sobre la designación de uno u otro», manifestó sobre la nueva presidencia, ahora en manos de Horacio Rosatti.
No obstante, consideró que «más allá de los nombres» su expectativa es que «con este recambio se abra la puerta para poder reestablecer una relación institucional más sana con la Corte Suprema». «Esperamos que puedan ordenarse un poco y empezar a trabajar por una Justicia mejor», acentuó.