País. El informe tiene una muestra de 64.646 personas de entre 16 y 92 años, que usaron cannabis en el último año. En el 98% aseguró haber mejorado su calidad de vida, aunque sólo dos de cada diez tuvo un médico que lo acompañara en este proceso.
La Primera Encuesta Nacional de Personas que Usan Cannabis, que se presentó hoy, reveló que el 75,5% de los personas que tratan algún problema de salud con cannabis medicinal logró reducir el consumo de fármacos y casi la totalidad (el 98%) aseguró haber mejorado de este modo su calidad de vida, aunque sólo dos de cada diez tuvo un médico que lo acompañara en este proceso.
El relevamiento, realizado por la revista especializada THC y el Centro de Estudios de la Cultura Cannábica Argentina (Cecca) con la Licenciatura de Historia de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), mostró que un cuarto de los usuarios de cannabis acceden a este producto a partir del autocultivo y en casi el 90% de los casos lo hicieron sintiendo miedo a ser perseguidos judicialmente al menos alguna vez.
«La gran mayoría de las personas que hacen un uso medicinal reporta que les mejoró bastante la calidad de vida y que como consecuencia de esto bajó el uso de otros fármacos», dijo a Télam el sociólogo Emiliano Flores, director del estudio e investigador de Cecca.
Al comparar este dato con los propósitos del uso recreativo, el investigador destacó que ambos grupos tienen en común «la búsqueda de bienestar, que es lo que mejor resume por qué la gente se acerca al cannabis» en general.
Es que casi 8 de cada 10 usuarios recreativos consumen marihuana para compartir un momento con amigos y por placer pero también lo hacen «para relajar», «para mejorar el ánimo» y «para relajar el cuerpo», entre otros motivos que reveló el estudio.
Respecto al escaso acompañamiento de profesionales médicos que tienen quienes hacen un uso medicinal, Flores aseguró que eso ocurre porque «hay pocos profesionales de la salud que están trabajando cannabis y porque se llega a ser usuario partir del ingreso a redes de usuarios» y no por consejo médico, a los que se acude en un segundo momento.
«Todo esto puede estar cambiando a partir de la creación del registro de autocultivadores y porque cada vez más se suman más profesionales y hoy existen cursos de perfeccionamiento y posgrado para personas del campo de la salud», dijo.
Presentado en el marco de la Expo Cannabis que comenzó este viernes en La Rural y se extenderá hasta el domingo, el informe está basado en una encuesta online respondida por 64.646 personas de entre 16 y 92 años de todas las provincias, que usaron cannabis al menos una vez en el último año.
Entre otros datos, el estudio mostró que a pesar de que el 75% de los usuarios accede al cannabis de formas diferentes al autocultivo (48,2% lo compra, 17,2% por regalo y 8% por cultivo colectivo), a 9 de cada 10 le gustaría tener sus propias plantas.
En cuanto a los motivos que los lleva a desistir de esta idea, el 72,9% apuntó el temor a conflictos legales, con vecinos o con familiares.
En orden de importancia, los otros factores que desincentivan esta práctica son falta de espacio (9,8%), falta de semillas (9,7%) y falta de conocimientos (7,6%).
En esa línea, casi un tercio de quienes usan cannabis reportó haber tenido algún conflicto con las instituciones en virtud de este hábito y dentro de este subgrupo, el 80% fue demorado sin condena y uno de cada 10 fueron detenidos o detenidas también sin que nunca se les dictara una sentencia condenatoria.
Por otro lado, cuanto más jóvenes son las personas que consumen cannabis en cualquiera de sus formas, mayor es la incidencia de los problemas legales: los centennials (16 a 24 años) son quienes más reportan conflictos que afectan al 34,55% de este grupo, seguidos por los millennials (25 a 39 años) con un 28,2%, la generación X (40 a 54 años) con un 19,4%, los boomers (55 a 70 años) con 10,3% y por último los adultos mayores con 4,5%.