«Es una medida electoralista que no sirve para nada», dijo Randazzo, sobre los precios congelados

País. El postulante a la Cámara Baja afirmó además que el kirchnerismo se convirtió en «una fuerza de fundamentalistas con un discurso muy antiguo y vetusto».

El candidato a diputado nacional de Vamos Con Vos por la provincia de Buenos Aires Florencio Randazzo expresó este domingo que la medida de congelamiento de precios que dispuso la Secretaría de Comercio Interior «es una medida electoralista que no sirve absolutamente para nada».

En este sentido, manifestó que «la economía de mercado tiene reglas en el mundo y acá no se respeta ninguna, creyendo que somos diferentes, que somos más duros».

«No existe la mano dura en materia económica. Ya se ha probado infinidad de veces este tipo de medidas y no sirve porque en realidad Argentina lo que tiene que hace es un Estado más eficaz», acentuó.

En diálogo con «Lado P» por Radio Rivadavia, Randazzo opinó que el kirchnerismo «se trasformó en una fuerza de fundamentalistas», con un «discurso muy antiguo y vetusto que no tiene nada que ver con lo que se está discutiendo en el mundo».

El ex ministro de Interior y Transporte explicó que cuando él se sumó a la experiencia del Frente para la Victoria, el kirchnerismo expresaba «una mirada más amplia de lo que pasaba en la sociedad, incorporando a otros sectores» que no venían del peronismo.

«Cambió mucho lo que en algún momento supo ser el kirchnerismo. Los que veníamos del peronismo sentíamos que era una fuerza más amplia que el peronismo. El kirchnerismo era una mirada más amplia de lo que pasaba en la sociedad, incorporando otros sectores. Incluso se llegó a la elección del 2007 con un candidato a vicepresidente del radicalismo. Eso se fue perdiendo», destacó.

En este plano, Randazzo reafirmó su crítica contra el poder K: «Se transformaron en una fuerza de fundamentalistas con una visión absolutamente muy pobre de lo que está ocurriendo en el mundo, muy pobre respecto a lo que significa la gestión en un Gobierno ,y con un discurso muy antiguo, vetusto, que no tiene nada que ver con lo que hoy discute el mundo».

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