CABA. Cientos de personas se concentraron frente a los tribunales porteños para participar en la tarde de este lunes de la manifestación en reclamo de Justicia por el crimen del joven futbolista.
Familiares, amigos y vecinos de Lucas González, acompañados por miles de personas que portaban banderas argentinas, participaron en la tarde de este lunes de una manifestación en reclamo de Justicia, donde la madre del adolescente aseguró que su hijo llevaba como única arma «los botines rotos» y reclamó «la prisión perpetua para los tres» policías que participaron del hecho porque «tiraron a matar».
Frente a los Tribunales porteños, donde se levantó un escenario en la puerta principal sobre las escalinatas de ingreso, los padres de Lucas fueron los principales oradores de la protesta y exigieron «Justicia» por su hijo, reclamaron que los tres policías detenidos por el hecho sean «condenados a prisión perpetua» y pidieron que «no existan más» casos «como el de Lucas».
Con remeras blancas con el rostro de Lucas y con la leyenda «Justicia» y en medio de un profundo dolor, Cintia López y Mario González agradecieron la compañía «de los vecinos, de los amigos, de los compañeros del fútbol, de los distintos clubes», para luego aclarar que lo que quieren «no es venganza».
En medio de pancartas y carteles exigiendo la condena de los uniformados y el pedido por este caso de «gatillo fácil», el padre del joven asesinado remarcó: «Lucas me da fuerzas y le pido que no me abandone».
«Lo voy a simplificar, pido Justicia nada más. No quiero venganza, no quiero nada. Esto no es política ni es grieta», remarcó.
Por su parte, la mamá sacó los botines de Lucas y aseguró: «Esto era el arma de mi hijo». Así dejó en claro la inocencia de su hijo asesinado por polícias que, según sostienen los jóvenes que estaban con Lucas, no se identificaron como integrantes de la fuerza de seguridad.
«Me lo acribillaron a mi hijo. Veo la tele que decía que habían detenido a tres menores y a uno lo habían baleado en la cabeza. ¿Saben por que no le di importancia? Porque mi hijo no era un delincuente, era un bebé de 17 años que dormía conmigo. Él soñaba con llegar a Primera y me decía: ´Ya te voy a comprar una casa Cintia´», sostuvo la mujer entre llantos.
«Yo estoy muerta en vida, mi vida se fue con él. Le pido al juez que no los libere y a los tres, a los tres, a los tres, le de perpetua, porque los tres son culpables, para que no haya un Lucas más», enfatizó.