País. Es a raíz de la convocatoria prevista para el 1 de febrero próximo que agitan desde el kirchnerismo en su dura crítica al accionar de la Corte Suprema de Justicia.
El viceministro de Justicia de la Nación Martín Mena y el dirigente kirchnerista Luis D’Elía fueron denunciados por supuestamente alterar el orden constitucional al convocar a una marcha frente al Palacio de Justicia el próximo 1 de febrero.
La denuncia fue realizada por el abogado Isaac Wieder en el fuero federal de la Capital Federal. En su presentación, citó declaraciones de Luis D’Elía, entre otros, donde refiere que hay que “echar” a los miembros de la Corte Suprema. También, Mena habló del “hartazgo” de la gente y a favor de la movilización frente al Palacio de Justicia donde funciona la Corte.
“Acá se está citando a la gente no para que exprese su opinión, sino para obligar a la Corte Suprema de Justicia que renuncie”, afirmó el denunciante. “Los apoyos explícitos oficiales y privados revisten gravedad institucional por estar en contra de lo previsto en la Carta Magna”, advirtió el letrado en su denuncia.
La acusación también comprende al juez del Tribunal Oral Criminal 29, Juan Ramos Padilla, quien suele opinar a favor de la posturas del oficialismo. La movilización, que no está convocada por el Gobierno aunque sí es apoyada por sectores del kirchnerismo, es para el próximo 1 de febrero y en una abierta crítica al funcionamiento del máximo tribunal de Justicia.
En declaraciones a Radio Rivadavia, D’Elia aclaró que él no se encuentra a la cabeza de la convocatoria a la marcha, sino que adhiere a la iniciativa que le adjudica Ramos Padilla.
«La marcha la convoca Ramos Padilla y una serie de funcionarios judiciales que dieron testimonio en todo esto. Los Ramos Padilla tienen 50 años de actuación en la Justicia. Yo de ninguna manera convoco a ninguna marcha. Sí adhiero a lo que plantea un juez prominente con una extensa carrera judicial», manifestó.
El líder del partido kirchnerista MILES sostuvo que el objetivo de la manifestación es que los cuatro jueces del máximo tribunal «se vayan y no vuelvan nunca más», aunque aclaró que «no hay que echar a patadas a nadie».
Según expresó el dirigente K, la Corte Suprema «es un poder judicial arbitrario, al servicio de (Mauricio) Macri, (Héctor) Magneto y la embajada de Estados Unidos».